En todo lo que vi para preparar el camino, se hace un apartado especial para el equipamiento necesario, todo aquello que es imprescindible. La mochila, el calzado, el botiquín, los bastones, el saco de dormir, una navaja, la linterna…etc.
Yo os quiero mostrar lo que yo llevé y lo que realmente fue imprescindible, luego cada uno tendrá unas necesidades u otras, cada uno que elija su mejor opción.
Me fui haciendo listas, sin filtro, para posteriormente ir tachando aquello que pensaba no me haría falta. Lista que iba creando según vería algún video del camino y daban consejos, o bien porque me acordaba y creía que podía ser útil.
Había cosas que ya tenía en casa, otras tuve que comprarlas, empecemos por lo que me compré.
Credencial del Peregrino: yo la pedí en la parroquia de mi pueblo por 2€ y es indispensable si deseas obtener la Compostela en Santiago.
Esta credencial es el documento que se debe ir sellando en el camino que acredita por donde pasas y enseñarlo en la oficina del peregrino para que te den esa Compostela e incluso, el documento que indica el kilometraje recorrido. La Compostela cuesta 3€
Las botas, en todo momento tenía claro que debía tener unas buenas botas, los pies deben de ser el principal protagonista del camino y hay que cuidarlos. En algunos videos te recomiendan botas en otros, zapatillas sin caña de bota para andar. Yo elegí botas porque me parecía más estable para mis tobillos, el equilibrio no es mi fuerte y pensaba que evitar alguna caída o lesión por una torcedura no era lo conveniente. Esto va a elección de cada uno.
Miré y comparé, vi opiniones sobre las que se adaptaban a mi presupuesto, en mi caso, el precio de las botas contaba, sabía que no debía de comprarme algo barato y de mala calidad, pero dentro de las exigencias que puede tener un buen calzado de trekking.
Las cogí impermeables, pero a la vez transpirables, High tech es lo recomendable, que es el nombre que recibe esa membrana, intenté que fueran ligeras, que la suela tuviera buen agarre y lo suficientemente duras para no notar mucho las piedras.
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Entrene con ellas, las hice kilómetros, pero os puedo asegurar que hasta el último momento dudé de ellas, me producían una ligera molestia en el tobillo que luego en el camino, dándole más caña, me produjo inflamación y tuve que terminar la etapa más larga con un calzado alternativo. Las dos últimas etapas las hice de nuevo con las botas, pero sin apretar, llevándolas más bien sueltas. Para mí, resultaron algo pesadas y la verdad que cuando llegabas al destino y te las quitabas, era el mejor momento del día. Os dejo este CONSEJO: si hoy tuviera que comprarme el calzado con lo que sé, NO me compraría botas, con unas buenas zapatillas que tengan una buena suela y sobre todo que sean ligeras. El resto creo que, para el camino francés, es suficiente.
Los bastones: cómo te decía antes, era un poco reacio a llevarlos, pensaba que me iban a incomodar, que sería molesto estar braceando para llevar el ritmo con los bastones. Pero me equivoqué de pleno. Los bastones es algo que RECOMIENDO porque me ayudaron en la marcha liberando peso tanto de las rodillas como de la espalda al cargar la mochila. Lo note en el primer momento que los use en las caminatas previas y durante el camino lo confirme.
Son de gran ayuda en las subidas, usándolos como punto de fuerza para avanzar y en las bajadas como puntos extra de apoyo y evitar caídas. Los míos acaban en punta de acero y les compre unas almohadillas de plástico que me fueron muy útiles para que no resbalaran al apoyar sobre alguna piedra, os dejo un enlace de los que yo compre. Tuve que cambiarlos en la última etapa ya que estaban muy desgastados, algo normal. Os dejo enlace, a mi me costaron unos 6€.
Los bastones me los regalaron del Decathlon, creo que no es un gasto muy grande y merece mucho la pena. Mi CONSEJO es que cojáis unos que sean regulables en altura. Caminando los puedes llevar normal, pero en las subidas debes acortarlos un poco, al contrario que las bajadas que debes hacerlos algo más grandes.
Calcetines sin costuras: leí que eran muy aconsejables, que los calcetines normales podían moverse o sujetar poco, por lo que decidí comprármelos. Me contaron 10€ seis pares y merece la pena, yo no tuve ninguna rozadura, en ningún momento noté que se me arrugaban o se movían produciéndome molestias. Sinceramente creo que también fue una gran inversión. Os dejo enlace de los que me compre.
Crema o stick anti-rozaduras: la marca Compeed es la más conocida, tiene desde apósitos de todos los tamaños a cremas o un stick, que es el que a mi me recomendaron. Al compararlo con otros similares, me decidí finalmente por el stick que tiene Decathlon,
Crema antirozaduras en barra 25 g Aptonia | Decathlon
porque el de Compeed tiene 8ml contra los 25ml del que yo me compré y además es más económico. A mi me funciono de maravilla, antes de cada etapa, me lo ponía por todo el pie, esmerándome en las zonas que podían ser más delicadas, como los dedos, el talón o los laterales de los tobillos.
Linterna: todos tenemos linternas en casa, o bien nos apañamos con la que lleva el móvil, pero yo la compré y fue todo un acierto. No solo para cuando sales pronto del albergue para iniciar el camino si eres de los que madruga y no quiere molestar mucho al resto de peregrinos. Si no porque, aunque no madrugues y dependiendo de la época que hagas el camino, los primeros kilómetros los harás de noche y aunque vayas acompañado, los caminos no están muy iluminados. A mi eso me pasó sobre todo en la última etapa y con el modelo que compré por 10€ tenía varias posiciones de alumbrado, me vino genial y aún con mis manos torpes, era lo suficientemente grande, robusta y fácil de manejar con una sola mano. Os dejo enlace
Quiero seguir con aquellas cosas que me fueron imprescindibles y, que NO me hizo falta comprar.
La Mochila: yo tenía una, no la típica de senderismo, no sé realmente la capacidad que tiene, porque se suele medir en litros. Tiene bolsillos laterales que son muy prácticos por si quieres llevar la botella de agua y que tenga fácil acceso. Si no es muy grande, hace que te mentalices para llevarte sólo lo imprescindible.
Una Riñonera: parece que no, pero es super útil, para llevar el móvil, la documentación, o la acreditación del peregrino que tienes que sacar cada dos por tres para sellar. Además, os recomiendo que no sea muy aparatosa, yo tenía una planita del Coronel Tapioca y por eso no me la quitaba ni para dormir, mi mentalidad para eso, era proteger lo que más valoraba.
Cargador del móvil: que no se os olvide, es fundamental que por la noche intentes cargar a tope el móvil para que aguante todo lo que puedas el camino. Si además eres de los que quiere hacer fotos a todo, que te grabas en video o quieres subir contenido a las RRSS, os aconsejo que llevéis alguna batería de carga extra o lo que se le llama power bank.
Gafas de sol: esto no lo tenía muy claro, porque según iba preparando el viaje y ser acercaban los días miraba la previsión del tiempo y me daban lluvias, pero luego cambió todo y el sol dio mucha guerra. Por lo que las gafas de sol fueron de gran ayuda.
Tapones para los oídos: fundamentales, me los llevé junto a un antifaz de esos para taparte los ojos y que no entre claridad. Me ayudaron a dormir mejor, no es la “panacea” pero aíslan algo del ruido y de la claridad.
Calzado para la ducha: yo lleve unas zapatillas de esas que tienen la suela de goma, que le llaman suela de gato y se usan para bañarte en ríos o piscinas naturales. Incluso me sirvieron en un momento de dificultad en el camino, para hacer unos pocos kilómetros con ellas. Pero eso fue una extra que no debería de pasar, por lo tanto, con unas chanclas para las duchas, creo que sería suficiente.
Toalla: que sea grande, pero que ocupe poco, ¿Cómo es eso?, que no sea de esas de punto de algodón que solemos usar en casa para la ducha. Yo tenía una de las que se usan ahora para el gimnasio, que se doblan bien y se secan rápido.
Unas pinzas: cuatro o seis son suficientes, porque te serán necesarias si lavas algo de ropa y luego quieres secarlas en los lavaderos de los albergues. CONSEJO: ponles tu nombre o alguna marca que las identifiques, porque puede ser que ya sea una camiseta, una toalla algún otro peregrino la tenga igual que tú, a mí me paso el primer día con la toalla, y así la supe identificar, o también evitará que otros la confundan y te pueda desaparecer por confusión.
Lo que no me hizo falta o lo que vi que decían como imprescindible que para mí no lo fue.
Saco de dormir: me lo compre y por tema de volumen, no me lo lleve y no me arrepiento, no me hizo falta. Los albergues estaban muy limpios y al llegar nos daban una sabana bajera y mantas.
Calzoncillos para andar: aunque os parezca mentira, es algo que recomendaban en algunos videos que vi. Los aconsejaban para evitar rozaduras y por ser más cómodos. Yo llevé los que llevo siempre y no paso nada.
Navaja multiusos: me la compre por si acaso y se quedó en eso. Por suerte no me hizo falta para nada.
Botella de agua de aluminio: me regalaron una de litro y medio. En la tercera etapa se me perdió y doy gracias, el peso que me quite de encima fue tremendo. Desde ese momento, compré cada día una botella de plástico de medio litro que iba rellenando cuando se me acababa y fue mucho más práctico.