La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad neurológica, degenerativa y actualmente no tiene cura. Actua a modo de brotes y afecta al Sistema Nervioso Central, formado por el cerebro y la médula espinal.
Es una enfermedad que tiene carácter inflamatorio y desmielinizante, es decir, que actúa atacando a la mielina de las células nerviosas, esa mielina es como la protección que tiene un cable eléctrico, si no protege bien el cable, si está «pelado» la electricidad que viaja por él, se pierde por el camino, no llega a su destino en las condiciones que debería de llegar, pues lo mismo pasa con esa cobertura de nuestros nervios, si se daña, las ordenes que viajan entre el cerebro y el resto de nuestro cuerpo, no llega correctamente, se pierde información por el camino, tanto en una dirección como en la otra.
Los nervios se extienden a lo largo de todo el cuerpo, así que la Esclerosis Múltiple puede manifestarse en muchas partes del organismo y hacerlo de maneras muy diferentes, por eso se suele llamar “la enfermedad de las mil caras”.
La mayoría de los casos se diagnostican en personas que tienen entre 20 y 40 años de edad, en un alto porcentaje, afecta más a mujeres que a hombres, pero también puede aparecer en niños, adolescentes y ancianos.
Aproximadamente 2.500.000 personas tienen EM en el mundo, 770.000 de ellas en Europa y más de 55.000 personas en España tienen Esclerosis Múltiple.
Es la segunda causa de discapacidad entre los jóvenes después de los accidentes de coche, según la Sociedad Española de Neurología. y la primera causa de discapacidad no traumática en España, según la Sociedad Española de Neurología.
Podemos decir que existen cuatro tipos (formas/fenotipos) básicos de EM son:
- Síndrome Clínico Aislado: se le suele denominar así al ser el primer episodio causado por la inflamación y desmielinización en el Sistema Nervioso Central, con recuperación completa o parcial. Aún no reúne requisitos para considerarse el diagnóstico de Esclerosis Múltiple, así que hay quienes no lo consideran un tipo de EM.
- Esclerosis Múltiple remitente recurrente (EMRR): es la más habitual, se suele dar en un 85% de las personas con Esclerosis Múltiple. Los brotes son imprevisibles y pueden aparecer síntomas en cualquier momento -nuevos o ya conocidos- que duran algunos días o semanas y luego desaparecen totalmente o dejando alguna secuela.
- Esclerosis Múltiple secundaria progresiva (EMPS): este tipo de esclerosis afecta cerca de un 50-70 % de las personas con EM, su característica es suele empeorar según va pasando el tiempo. Se caracteriza por una progresión continua con o sin recaídas ocasionales, pocas fases de mejora y más fases de estabilidad.
- Esclerosis Múltiple primaria progresiva (EMPP): es la menos habitual y se suele dar en menos del 15% de las personas diagnosticadas. No suelen experimentan recaídas, pero su discapacidad sigue empeorando gradualmente con el paso del tiempo.