Podemos describir como motivación la búsqueda de conseguir ilusión para vivir o para o por hacer algo en ella, encontrar el sentido de nuestra vida y trabajar en ello.
Estar motivado puede ser, hacer las cosas con ganas, esta sería una definición más escueta, pero igual de cierta. Cuando no tienes ganas de hacer algo, es que no estás motivado, pero si algo te gusta, lo haces alegremente, no hace falta que nadie te diga nada, estas motivado y alegre.
La motivación es un estado interno, no se compra en ningún lado, ni abrimos el armario para ponérnoslo antes de salir a la calle o antes de hacer algo. Podemos decir que la motivación, será aquello que necesitamos para hacer las cosas que no nos gustan con cierta alegría o porque simplemente necesitamos ese aliciente, un empujón extra para hacerlas.
¿Y por qué hacemos cosas que no nos gustan?, posiblemente por obligación, ante una necesidad, porque se obtiene algo a cambio, todos necesitamos trabajar para que se nos compensen económicamente por ello, para luego poder hacer frente a todos nuestros gastos o necesidades que necesitamos en nuestro día a día.
Por desgracia, son muchas las personas que pasan los días sin vivir alegres, con tristeza, pero lo peor de todo es que, no conocen la causa raíz de eso, no tienen un objetivo de vida en ese momento. Esas personas se levantan sin pensar en cambiar esa rutina y se han acomodado en eso. No se han parado a conocerse a sí mismo, a saber, cuáles son sus fuentes de felicidad, cuales son las cosas que le gustan, qué son las cosas que se les dan bien hacer o que hacen muy bien por si solos, de forma natural, sin compararse con nadie.
Igual ese ejercicio lo vemos complicado, yo te invito a que lo hagas pensando en tu niñez, que es lo que te gustaba o se te daba bien, donde estabas feliz haciendo eso, aunque sea jugado con tus amigos, estando con tu familia y en ese momento. En ese recuerdo párate e intenta traer ese momento a tu presente y desde tú experiencia actual, que sacas de eso que puedas aplicar ahora.
Otro gran factor para estar motivado es ponerse una meta, un fin con el cual tu piensas que puedes ser bueno, que puedes ayudar a los demás, con los factores que decía antes, con lo que te hace feliz.
Busca una meta y ponte a trabajar en ella, en ese fin, infórmate, fórmate para ser el mejor en eso, y si por el camino te das cuenta de que no es lo que pensabas o lo que buscabas. Igual debes dejarlo aparcado por un tiempo, no pasa nada, igual debe esperar un poco, no lo desestimes de momento, déjalo en pausa. Puede que más adelante estés más preparado o encuentres algo que te falta ahora y que te hará retomarlo y finalizarlo.
Hacer esto no es un fracaso, ni mucho menos, porque no lo abandonas, no te rindes ante ello, simplemente lo aplazas para más adelante.
Para poder motivarnos, para poder darle un sentido a nuestra vida, es necesario hacer un viaje interior, hay que hacerlo de forma sincera para poder aceptarnos y valorarnos. Por desgracia nos rodea mucho ruido, no solo externo, sino interno, que no nos deja ver o escuchar las señales que en todo momento están ahí para nosotros y que podríamos usar para que nos motiven.
Debemos de intentar aislar ese ruido y desde el silencio interior ser más imparciales en lo que nos pasa, en lo que nos rodea y llenarnos de energía positiva. Quitarnos de en medio esos peros, esques, isis para liberarnos y darle ese sentido a nuestra vida, desde ese punto de partida podemos tener más cerca la felicidad.
En ocasiones, para encontrar esa motivación, solemos buscar fuera de nosotros mismos, en frases, en recuerdos, buscando otros ejemplos en personas que han conseguido hacer cosas que nos pueden parecer extraordinarias o nos agarramos a esas personas que nos quieren y siempre te dan esas palabras de ánimo, eso es genial.
Aunque hay personas que no necesitan buscar esos factores externos y consiguen esa motivación dentro de ellos mismos, son capaces de auto motivarse. Ambas opciones son correctas si se consigue el objetivo, que no es otro que la alegría para hacer las cosas, aunque no nos gusten o no nos apetezcan.
Una persona que se auto motiva, suele tener un carácter optimista y positivo. Puede haber conseguido esa facultad después de haber experimentado alguna experiencia negativa, alguna adversidad, en las cuales son capaces de encontrar, pese a la situación negativa, una parte positiva, consiguen esa resiliencia que les ayuda a salir de esos malos momentos, con esa carga extra para conseguir sus objetivos.
Si no tenemos esa facultad, debemos de buscarla, se puede entrenar a nuestro cerebro para que consiga agarrarse a ciertos puntos que, el mismo no puede o no quiere encontrar. Debemos engañar a nuestra propia mente para sacarla de ese estado de “no puedes, no lo intentes, no lo vas a conseguir” y llevarla a la parte contraria. No siempre lo vamos a conseguir, no será instantáneo, ni fácil, debemos empezar por pequeñas cosas, darnos cuenta del efecto que hace y poder seguir por ese camino o si no es efectivo, tomar otro.
Yo os aconsejo varias cosas sencillas que a mí me ayudan y ojalá a ti también te ayuden a motivarte y tener más optimismo, a ir más hacía el pensamiento positivo y a salir de esa oscuridad que muchas veces nuestra mente nos muestra:
• Una de ellas es hacer un listado con personas que te ponen una sonrisa en la cara, alguien de tu familia, padres o hijos, tus amigos, pareja, compañeros de hobbies, etc y buscar momentos, situaciones que has vivido con ellos que han sido divertidos o inolvidables. Para esto, no necesitamos ninguna herramienta adicional, solo nuestra mente y el pequeño esfuerzo de rebuscar en nuestros recuerdos esos momentos.
• Otra de las cosas que te aconsejo es encontrar canciones que te las sabés, que son tus preferidas, y que si o si, las tarareas si las escuchas, aquellas que las has bailado, las has gritado a toda voz, que por algún motivo han sido parte de tu vida, guarda esas canciones en una playlist, en un pendrive, en tu móvil, en videos de youtube, en algún sitio donde puedas acceder con facilidad y poder escucharlas cuando tengas momentos de bajón.
• Algo sencillo y rápido para poneros esa pequeña sonrisa en la boca es, buscar en nuestro móvil, fotos o videos pasados de momentos divertidos, que obliguen a nuestro cerebro a revivirlos, a recordar aquella frase de uno u otro, aquel momento que provoco las risas de todos, esos momentos que te gustaría repetir, ya sean de ayer, de la semana pasada o más atrás, no importa, solo que sean agradables.
• Muchas veces debemos encontrar un punto de apoyo que nos sirva de palanca, ese apoyo debe ser una excusa perfecta para tirar adelante, algo que, por ella, jamás nos rendiríamos. Normalmente suele ser alguien o algo muy afín a nosotros, nuestros hijos, nuestra mujer o esposo, nuestros padres o incluso nuestra mascota, el coche que deseo, ese viaje pendiente, pensar en ello cuando se nos hace cuesta arriba, nos puede dar un plus de energía.
• Visualizar tus objetivos, es otra opción, recordar nuestras metas iniciales, esas sensaciones que tenías, por las cuales has iniciado ese camino y por el cual ahora tienes una situación de dificultad. Deberías recordar cuando empezaste ese camino, traer al presente esas ganas y energía de cuando empezabas, aquellas por la que nada ni nadie te iba a parar, con esa acción. Seguro que conseguiremos sacar un poco de fuerzas para seguir adelante, para dejar atrás esos nubarrones que invaden nuestra mente y poner algo de luz, agarrarnos con fuerza a eso para conseguir estar más alegres y con energía.
• Esta otra opción cuesta más, pero te puede funcionar, es mirarte al espejo un par de minutos, en un principio, no te juzgues, no te digas nada, sólo mírate y obsérvate, vete poco a poco acostumbrándote a verte, date ánimos y acaba por sonreírte, acaba así mantente con la sonrisa.
• Por mal que estés, ayuda a alguien, de la mejor forma que puedas, bájate a la calle y ayuda a cruzar la calle a una persona mayor, date una vuelta y encuentra a quien te pueda necesitar.
• Cuéntale a alguien como te encuentras, como te sientes, ya sea de forma personal a los más cercanos o llama a alguien para que sueltes todo eso.
Todo lo que necesitamos para tener esa energía, para tomar ese primer impulso, está más cerca de lo que pensamos, además, muchas de ellas son gratis, o quizás ¿un beso, un abrazo, unas palabras cariñosas o de aliento, un reconocimiento, cuestan dinero? Algo tan sencillo y que debería ser natural para todos nosotros, cuesta verlo, tú no puedes obligar a nadie a que tenga esa acción contigo, pero si podemos empezar nosotros esas acciones y hacer que se contagien al resto.
Os invito a que hagamos una oleada de acciones cariñosas, que llenemos el mundo de ese amor y alegría, para que el resto se contagie, creemos una pandemia de amor.