Frases de Vida, Sabiduría y Alegría

    • Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite – es una de las mejores frases que he escuchado jamás, recoge lo que para mí es el amor más inmenso: el de reconocer errores, pedir ayuda y estar dispuesto a cambiar. Por otro lado, es mucho más meritorio ofrecer el perdón más verdadero y querer seguir adelante. El perdón puede con todo, nos libera a nosotros de muchos tormentos, de ira innecesaria, y alivia a la otra parte. Todo el mundo merece una nueva oportunidad. Solo cuando nos equivocamos aprendemos y crecemos como personas. Teniendo en cuenta ese error y ese perdón, es más fácil entender que todos podemos fallar y, por lo tanto, teniendo en cuenta ese error y ese perdón, es más fácil entender que todos podemos fallar y, por lo tanto, todos merecemos otra oportunidad. Todos tenemos la mejor medicina para curar ese mal: se llama amor y lo cura todo.
    • La mente es como un paracaídas, solo funciona cuando la tienes abierta. – Albert Einstein – el ser humano y otras especies sobrevivimos por nuestra capacidad de adaptación al medio, por ser capaces de modificar cosas que nos hacen mejorar. Estamos toda la vida aprendiendo. El que piense que lo sabe todo, no sabe nada. Esta muerto en vida. El aprendizaje es la mejor herramienta que tenemos, pero debemos tenerla a punto para aprovecharla en su máxima efectividad. Es un gran poder que no todo el mundo quiere usar. Ese poder está dentro de nuestra mente, en cómo la hemos enseñado a trabajar. Si no la hemos dedicado tiempo, estará dormida y así nos vale de poco. Tenerla alerta, tenerla en forma para poder recibir todos esos estímulos para seguir aprendiendo cada día es fundamental. Si no tuviéramos esa capacidad, hace siglos que nos hubiéramos extinguido.
    • Nuestro propósito en esta vida es ayudar a los demás, y si no puedes ayudarles, por lo menos no los lastimes. – Dalai Lama – creo que esta frase u otra similar, con el mismo sentido, también era un lema a seguir de la Madre Teresa de Calcuta. Y no creas que por ser dos personajes tan conocidos y tan grandes, ese pensamiento está fuera de nuestro alcance. Creo que es algo que todos deberíamos aplicarnos y que, si lo piensas, no es tan complicado. No parece tan difícil; solo tendríamos que tratar al resto como nos gustaría que nos trataran a nosotros mismos. Todos podemos ser un poco más proactivos a la hora de tratar a las personas, de cómo les puede afectar algo que hacemos o decimos. Es más fácil decir a otras personas lo mal que lo hacen o cómo lo pueden mejorar, pero nos cuesta aplicarlo en nosotros mismo. Consejos doy, que para mí no tengo. Si todos ponemos de nuestra parte, conseguiremos hacer un mundo mejor.
    • A cada paso que damos, creamos nuestro propio universo – créetelo porque es verdad, cada una de nuestras acciones genera algo, hasta la inacción, el no hacer nada, también genera algo. Por pequeño que sea, cada paso que damos nos hace estar más cerca que lo que deseamos, o más lejos. Que no te agobie, sin presión, pero ten en cuenta, que todo lo que hacemos repercute en nuestro futuro. Estamos creando nuestro universo, nuestro YO futuro. Ojo, que cada acción tiene su reacción en el resto de las personas que nos rodean, en el entorno que nos rodea, en cómo lo cuidamos. Ten claro, que con acciones positivas, tendremos un futuro mejor.
    • Ama lo que tienes antes que la vida te enseñe a amar lo que perdiste – es una ley que nos da el universo, la vida, el karma o Dios, y que por desgracia funciona siempre y no podemos hacer nada para cambiarla. Pero, si lo sabemos, creo que el mejor camino en nuestra vida es disfrutar de cada momento, disfrutar del viaje sin mirar tanto a la meta. Disfrutar de la compañía, disfrutar de uno mismo, del ahora. Porque cada segundo que pasa, no vuelve. Luego será tarde, no lo dejes pasar. Es mejor arrepentirse de lo que se hace y no de lo que no has hecho.
    • Vive en el presente, que es el único momento que tienes – pasamos más tiempo recordando el pasado, lo que tuvimos, cómo fuimos, y eso no volverá. Recordamos, además, con tanta nostalgia el pasado, que nos entristece pensar qué rápido pasa todo. O también ocupamos nuestra mente planeando el futuro y eso nos genera incertidumbre. Si seguimos en la misma dinámica, cuando nos llegue ese futuro tampoco lo vamos a disfrutar, volveremos a estar con lo mismo. El único momento que tenemos es el ahora. Dime si una persona que se ríe a carcajadas está pensando en lo que le pasó ayer o lo que le espera mañana. Es feliz en ese momento, nada más. Por lo tanto, nos vemos en la obligación de disfrutar del presente.
    • Si uno no vive como piensa, al final acabara pensando como vive – uno debe ser consciente y consecuente no solo de lo que dice, también de lo que hace, mucho más debemos de ser cuidadosos con lo que pensamos, es el antes, es porque eso es lo que nos moverá a la acción, lo que pensamos es la antesala a la acción. Eres lo que piensas. Cuida de tus pensamientos, trátate con respeto, no te maltrates, date valor y no pares de pensar en cosas positivas. Cuando soñamos es como adelantar el futuro, y si es así, por qué no hacerlo a lo grande. Te mereces todo. Permítete soñar y haz todo lo que puedas para que se cumplan, solo depende de ti.
    • Vivir es lo único urgente – para, dale a la pausa un momento y mira el ritmo que llevas. Que lo urgente no tenga prioridad sobre lo importante. No dejes a un lado aquello que te aporte. Revisa si has dejado a un lado otras cosas por hacer, para darle prioridad a lo que estás haciendo. Intenta valorar si merece la pena todo lo que dejas a un lado. Todo se puede modificar, nunca es tarde. Tienes que identificarlo para poder eliminar de nuestra vida todo aquello que nos haga ir con el freno de mano echado. Sólo tenemos una oportunidad. Merece la pena intentar dedicar un poco de tiempo en identificar si lo actual es más urgente y te aporta más que el resto. No te dejes llevar por lo que el resto ve como urgente, ¿para ti también lo es?
    • El perdón es el remedio a casi todos los males – ¿de qué vale guardar rencor? El rencor lleva al odio, el odio es falta de amor, y si no hay amor, entra el mal, la guerra, y de eso ya tenemos mucho. Perdona sin límites. Es quitarse peso de la mochila que seguramente ya está muy cargada. No merece la pena perder la oportunidad de sentirse mejor y no aprovecharla. El perdón es un acto de inteligencia. Es buscar soluciones, querer cambiar y mejorar las cosas. Es limpiar nuestro camino de piedras para que, cuando queramos correr, podamos hacerlo sin miedo a tropezarnos o caer. Con el perdón nos anticipamos a muchos problemas. Entrar en esa dinámica de saber perdonar nos hará tener una mejor actitud en la vida, y lo que damos se nos devuelve multiplicado por mil.
    • Cuando la mente está ocupada con pensamientos positivos, es más difícil que el cuerpo enferme. – Dalai Lama -: hay muchos estudios que avalan ese pensamiento: el poder de la mente es mucho mayor del que pensamos. Se dice que la enfermedad es la respuesta que nos da el cuerpo ante algo que no estamos haciendo bien. Los pensamientos son parte de todo esto. Es complicado ver que les pasan cosas buenas a personas con pensamientos negativos. Esta frase podría ser un gran desafío para la vida. Si fuera así de fácil, todo el mundo lo haría y nadie enfermaría. Pero eso me dice que no es fácil controlar esos pensamientos; se necesita tiempo, ganas y entrenamiento para cambiar lo malo en lo bueno. El pensamiento y la actitud positiva son la clave para todo y, nos guste o no, hasta para la salud. Los pensamientos negativos están relacionados con cómo nuestro cuerpo reacciona a ellos y, de forma inevitable, lo enferman, física y mentalmente. Además, tienen algo que es muy bueno: que es gratis. Solo tienes que querer hacerlo. Empieza poco a poco, desde cosas pequeñas, y gradualmente irás dejando a un lado aquello que no te aporta, para centrarte en lo que sí puedes cambiar, en lo que está dentro de ti. Y verás que todo cambia, que te sientes más feliz y más sano.
    • Desde el egoísmo es imposible tener una vida plena – junto con la gratitud, es una de las claves para estar más cerca de la felicidad. El altruismo, que es ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, genera una sensación única, nos engrandece por dentro y nos aporta estados de felicidad inalcanzables con otras acciones. Podemos llevarlo a otro estado si conseguimos hacer de esa forma de actuar una forma de vida. Nuestras acciones son las que nos definen, y esas acciones nacen de un pensamiento que hemos generado con una acción positiva. Esa libertad en nuestras acciones es una de las cosas más bonitas que nos da la vida. No dudemos en dar, en ofrecernos a los demás para conseguir una plenitud interior. Merece la pena.
    • Cuando crees que sabes todas las respuestas, va el universo y te cambia todas las preguntas – esta frase se podría aplicar perfectamente a cualquier situación que nos hable de falta de humildad, de ser vanidoso o simplemente estúpido. Es que vamos de listos y resulta que no sabemos nada. Es complicado enseñar nada a quien piensa que lo sabe todo. El día que dejemos de aprender, será que no estamos vivos. Sé abierto de mente, cuestiónate las cosas y viaja por esta vida con la convicción de que cada día se aprende algo nuevo. También podemos tomar esta frase pensando que no podemos hacer planes, que no podemos saber cómo serán las cosas en un futuro, que aunque planeemos qué vamos a hacer a cada instante, creándonos posibles escenarios para la acción, luego nuestra mente se queda muy lejos de la realidad que finalmente nos depara la vida, el universo, Dios, llámalo como quieras.
    • Siempre intenta ser mejor, no importa si nadie lo nota – así veo esta frase: como otra bofetada de humildad. Cuántas veces he intentado ser mejor con el disfraz de agradar a los demás, en vez de hacer las cosas para mejorar, para aprender y crecer yo mismo sin pensar en el qué dirán. Por otro lado, puedo preguntarme, ¿Qué es ser mejor? Mi respuesta es, ser mejor es sentirme mejor conmigo mismo. Sé que, si consigo eso, sin dudas, sin peros, sin hacer daño a los demás, es como estoy más a gusto. Es darme cuenta de que puedo ayudar a muchas personas de diferentes formas, eso me ayuda a mí, eso personalmente me llena mucho, me hace sentirme mejor y creo que me hace crecer como persona.
    • Las cosas mejores y más bellas en el mundo no se pueden ver ni tocar, deben ser sentidas con el corazón. – Hellen Keller – los sentimientos son las puertas del alma por donde nos llega, a través de los sentidos, aquello que nos hace sentir: amar, oler, ver, oír, llorar, reír, odiar, todo lo bueno y lo malo. Esas puertas hay que saber abrirlas a lo bueno y darle portazo a lo malo, es el primer filtro. Pero de nada vale si ninguna de ellas se queda a medio camino, sino que nos llega al corazón. Cuando nos toca la ‘patata’ es cuando te das cuenta de la belleza que hay y que la vida nos da a cada instante, de lo poco que apreciamos lo que tenemos y todavía tenemos la oportunidad de aprovecharlo, no es tarde. Pongamos carreteras firmes y sin baches para esos sentimientos, para que tengan la facilidad de llegar a tu corazón, estoy convencido de que disfrutaremos más de todo.
    • Si no estas ocupado naciendo (crecimiento), estas ocupado muriendo. – Bob Dylan – el que NO intenta mejorar, aprender cada día, está perdido. Si crees que lo sabes todo, te equivocas, debes de tener mentalidad de crecimiento, de aprendizaje continuo, una vida sin metas solo lleva a la apatía y a la pereza continua. De que vale vivir sin objetivos, sin ilusiones, sin motivación, intentando crecer como personas. Cada día debemos aprender, igual para sobrevivir, pero mucho mas para vivir, para disfrutar más de las cosas. Una vida sin esas ilusiones, es como estar muerto en ella. Pero no te rindas, no te dejes llevar por esa apatía, por esa comodidad de no hacer nada, de no buscar nuevos alicientes. Busca esas motivaciones, siempre hay algo que te agrada, en lo que eres bueno y puedes potenciarlo, agárrate con todas tus fuerzas a ello y empieza a crecer, a vivir.
    • Procura dejar a la persona que te encuentras por el camino, mejor de como la encontraste – igual que cuando vas al campo, al menos, no lo dejemos peor de como lo encontramos. Esta frase, que se atribuye a la Madre Teresa de Calcuta, es un verdadero mantra, un compendio de intenciones sobre cómo debemos conducir nuestra vida y cómo situar en su centro la ayuda a los demás. Y no solo se trata de realizar buenas acciones, sino también de evitar las malas. En el camino que recorremos, las huellas que dejamos en los demás son los indicadores de nuestro avance o retroceso como personas.
    • Calma en el alma, que la vida se encarga de explicar las cosas que hoy, no tienen sentido – y es que deseamos respuestas y resultados inmediatos, incluso para lo inexplicable. Y si no, nos las damos nosotros mismos, sin importar cómo sea ese resultado ni cómo nos afecte. El día a día nos empuja a esa rapidez, pero debemos detenernos, dejar a un lado lo que nos revuelve el alma y nos quita la tranquilidad: desde las personas tóxicas y las situaciones forzadas, hasta aquello que no hacemos con el corazón. Y, aunque esto sea muy difícil. Aprende a tener paciencia y a bajar las revoluciones, porque muchas veces las cosas son más sencillas de lo que parecen y muchas respuestas solo llegan con el tiempo. No te anticipes ni des respuestas rápidas a asuntos importantes o complejos.
    • Los que esperan recoger antes de sembrar, se pasan la vida esperando – quien no conoce a alguien que espera a que todo se lo den hecho, quien no ha tenido situaciones propias de pensar que como me pasan cosas buenas sin haber hecho nada para que eso ocurra. Y es que, en las relaciones, tanto personales o laborales, en nuestra tarea doméstica o fuera de casa, hay que hacer cosas para que pasen cosas y si encima quieres que pasen cosas diferentes debes de empezar a hacer cosas diferentes. ¿A alguien le ha tocado la lotería sin comprar antes un décimo o boleto?, pues de eso se trata, de hacer cosas que te repercutan en ti, en tu alma, en tu corazón, en tu crecimiento, como hace el agricultor plantando las semillas para que luego con cuidados, riegos y tratamientos, pueda recoger ese fruto para poder comerlo y disfrutarlo. Dicen que el que espera desespera y eso nos pasa mucho, que encima de no hacer nada, nos desesperamos o echamos la culpa a los demás o la mala suerte de nuestras desgracias. Actúa, haz que pasen cosas, pasando a la acción, a tu acción, no a la de los demás.
    • Vivir es gestionar problemas, uno tras otro – lo hacemos a cada minuto, tomamos decisiones constantemente, de forma tan habitual que no lo vemos como problemas. Y si recordamos la primera vez que lo hicimos, seguro que nos costó y era un problema. No debemos tener miedo a afrontar situaciones complicadas, situaciones nuevas o que nos hagan salir de nuestra zona de comodidad o llamada ‘zona de confort‘. Si nos quedamos en esa zona, está bien, no pasa nada. Lo que no podremos hacer luego es quejarnos porque no nos pasan cosas nuevas o porque no hemos tenido el mismo éxito que otros que sí han tenido saliendo de esa zona, que sí han sabido afrontar situaciones complicadas. Nos guste o no, eso es vivir: tomar decisiones, grandes y pequeñas, a las que llamamos problemas cuando en realidad son situaciones incómodas que necesitan de nuestra actuación para ser resueltas.
    • Piensa, cree, sueña, atrévete – Walt Disney – igual no es el orden adecuado para que las cosas pasen, pero sin son acciones que nos indican que estamos vivos. Son acciones que están en nuestra mano, no en las de nadie más. Todo antes de ser creado se ha pensado, luego se cree en ese pensamiento y se sueña o se imagina en cómo crearlo, en cómo hacerlo realidad y después hay que atreverse a realizarlo, hay que pasar actuar para que se pueda ver el resultado deseado y soñado. Y para todo esto no hay que ser una eminencia, no hace falta tener títulos ni carreras universitarias, tanto hay que atreverse y ponerle la pasión necesaria para que nuestro sueños se hagan realidad. Es posible que no esté al alcance de nuestra mano todo lo necesario para crearlo, pero si tenemos herramientas para prepararnos, si tenemos opciones para encontrar las personas adecuadas que nos puedan ayudar. Merece la pena intentarlo.
    • Yo te di diez, él te dio veinte, pensaste que él era mejor solo porque te dio más. Lo que no sabías era que él tenía doscientos, yo solo tenía esos diez – muchas veces nos quedamos solo en lo superficial, en lo que vemos a primera vista, y además tenemos la osadía de juzgarlo sin saber nada más. El acto de ponernos en los zapatos de los demás no es algo que hagamos habitualmente, y si lo hacemos, es de forma superficial. No indagamos en esa forma de actuar o de ser, porque eso nos llevaría a la conclusión de darnos cuenta de que estamos equivocados en nuestra primera opinión, y eso no nos agrada. Ojalá fuéramos capaces de no juzgar en un primer momento y de agradecer más sin buscarle tres pies al gato, da igual quién sea y lo que tenga, o cómo sean sus acciones, y menos aún cuando son acciones de generosidad hacia otros. Recordemos que otros, siendo lo mismo o con lo mismo, no son capaces de dar nada.
    • Si quieres beber vino en una taza llena de té, primero debes derramar el té y así luego podrás beber el vino. – Proverbio Chino – llevamos mucho acumulado en nuestra mochila emocional, y a menudo no somos capaces de vaciarla. Preferimos cargar con todo ‘por si acaso’, con miedo a que, al soltarlo, las cosas no mejoren o incluso empeoren. Nos cuesta reinventarnos y cambiar aquello que creemos que está bien, pero que en realidad nos limita y nos impide crecer. Queremos que nos pasen cosas diferentes, como les sucede a otros, pero no estamos dispuestos a hacer los sacrificios que ellos han hecho. Solemos pensar que han tenido suerte, sin considerar el esfuerzo y renuncia que hubo detrás. Vaciarse por dentro cuando estamos saturados, sin excusas, es como vaciar un vaso a punto de derramarse: necesario para poder avanzar y abrir espacio a nuevas y mejores experiencias. Pero eso requiere flexibilidad, valor y voluntad para salir de nuestra zona de confort.
    • No esperes a tenerlo todo para disfrutar de la vida, ya tienes la vida para disfrutar de todo – el día que nos demos cuenta de esta frase y la adoptemos como una forma de vida, creo firmemente que seríamos mucho más felices. Nos enredamos en mil tonterías que nos hacen dejar de disfrutar de otras tantas que no vemos al estar enrocados en esos problemas, en esas metas que nos ponemos, en esas cosas que deseamos tener. No podemos esperar al momento ideal para hacer cosas, porque ese momento no existe, siempre encontraremos alguna excusa. La vida es como subir una escalera: no podemos estar mirando el final, porque nos puede hacer tropezar. Vayamos escalón por escalón y, si el viaje es largo como lo es la vida, debemos disfrutar del camino. Párate un momento y mira a tu alrededor; date cuenta de todo, de lo grande y de lo pequeño. Da las gracias por ello y disfrútalo. La vida es el mayor escenario para crear sueños, para conseguir los mejores momentos de felicidad, y es toda tuya. Tú puedes elegir los colores que quieres poner a tu vida; tú eres quien escribe tu guion. No dejes que otros lo hagan.
    • La gente mala es infeliz, aunque le vaya bien, la gente buena es feliz, aunque le vaya mal – frase que define perfectamente a la gente tóxica, a la gente que no es capaz de alegrarse cuando a alguien le va bien. Son aquellos que se fijan más en lo que hacen los demás, que en lo que les pasa a ellos mismos. Da igual lo bien que les vaya, al estar pendiente de cómo le va al de al lado, pierden toda su energía y no llegan a disfrutar de su propia vida. No caigas tú en la tentación de ser así; intenta no juzgar, no pongas los prejuicios por delante, sé humilde y sé feliz con todo lo que tienes, aunque no sea mejor que lo de otros, aunque sepas que te puede ir mejor. Con ese pensamiento y actitud positiva, puedes cambiar tu rumbo. No te ancles en lo negativo o en la vida aparentemente maravillosa que pueden tener los demás, puede que solo te dejen ver lo que ellos desean y tapen bajo la alfombra, donde no se ve, sus miserias. Que la vida de los demás sea para ellos; tú tienes la tuya. Elige por dónde llevarla y será por el mejor camino.
    • No puedes descubrir nuevos mundos con ojos viejos – uno de los grandes recursos que tiene cualquier ser humano es la adaptación al cambio. La naturaleza lo hace de forma natural, pero a nosotros nos cuesta realizar ciertos cambios, sobre todo esos cambios que son los que nos hacen salir de nuestra zona de confort. Nuestro cerebro se siente incómodo con esos cambios y nos manda señales para que ni siquiera lo intentemos. Como bien dice esta frase es muy importante soltar lastre, quitarnos de encima esas creencias, esas costumbres del pasado si realmente lo que queremos es hacer cosas nuevas y nos damos cuenta que nos entorpecen. Libérate y no cargues con un peso que no te corresponde; sé tú mismo y ten la libertad de opinar por ti mismo, eso te hará descubrir nuevas sensaciones. El pasado solo nos debería valer como experiencia; solo deberíamos acceder a él a modo de consulta para no cometer los mismos errores o para conseguir algo tomando como referencia alguna experiencia anterior, tanto positiva como negativa. No permitas que ese pasado te limite en este presente y mucho menos que le ponga trabas para que tu futuro no sea tan bonito como tú mismo desees. Porque si nos anclamos en ese pasado de experiencias negativas, no nos dejaría avanzar, hay que ser fuertes y dejar atrás lo malo para tomar de la mano el presente y hacer cosas buenas.
    • Se puede brillar sin hacer sombra a nadie – cada uno de nosotros posee dones únicos, habilidades que nos distinguen y nos permiten crear cosas nuevas sin necesidad de copiarlas. Estas cualidades son innatas, no robadas ni prestadas, por lo que nadie debería molestarse si las manifiestas, y mucho menos si las compartes con los demás para construir algo hermoso y productivo. Si hay quienes te copian o sienten envidia por ello, ese no es tu problema, sino el de ellos. Si, por el contrario, tus aportaciones son bien recibidas y la gente aprende de ellas, ¡enhorabuena por compartirlas y no guardarlas para ti!.
    • La verdad es como el sol, puedes ocultarla por un tiempo, pero no va ha desaparecer. – Elvis Presley – es cierto que cada uno tiene su verdad y que desde el punto de vista que se mire, una opción puede ser mejor que la otra, pero en este caso yo veo esta frase como una referencia a la mentira y al engaño habitual. Es aquí donde cobra sentido, como el refrán español que dice ‘se pilla antes a un mentiroso que a un cojo’. Ve de frente, no intentes esconder nada, porque tarde o temprano serás descubierto. Siendo tú mismo, tal cual eres, no engañas a nadie y, lo más importante, no te engañas a ti. Corrige aquello que sepas que puedes mejorar y sigue creciendo en todo momento, pero desde la pureza y la limpieza, desde la de un ser puro y limpio, sin manchas ni nada que luego tengas que justificar. Con esa honestidad, se vive con mucha más tranquilidad.
    • Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te acerca al lugar donde quieres estar mañana. – Walt Disney plantearte cómo te ves en un futuro próximo, cinco años más adelante por ejemplo. Te puede hacer entender si estás a gusto con lo que haces o tienes y si te ayudaría a llegar a esa visión que tienes. Puede que más adelante cambies de opinión, es normal porque en cualquier camino que no conocemos aparecen nuevas piedras, nuevas decisiones que tomar y que te hagan cambiar en aquello que desees, pero no te cambia el inicio del camino, ciertas acciones que inicialmente te están sacando del lugar donde estás. Lo importante es dar ese primer paso. Pasa a la acción, todos los días trabaja, prepárate para que puedas llegar cuanto antes y más preparado a tu meta. Es como los estudiantes, repasa cada día, estudia cada día, no lo dejes para última hora. En tus objetivos, haz lo mismo, dedica una parte de ti.
    • Tu pasado no determina tu futuro – Javier Iriondo – no es fácil dejar atrás el pasado, de nuestras vivencias, sean buenas o malas. De ellas debemos extraer lecciones, no solo para valorar nuestros logros, sino también para evitar repetir errores evitando así que nos vuelvan a pasar si tienen una parte negativa. Lo crucial es que no nos anclen, que no impidan nuestro avance. Lo que sucedió, ya pasó; no hay forma de cambiarlo. Sin embargo, sí podemos evitar que nos influya negativamente en nuestro presente y futuro. Incluso en las situaciones más complejas, siempre hay una rendija de esperanza, un rayo de luz que nos indica el camino. Libérate de esas ataduras, no con odio ni rencor, sino con respeto y gratitud por lo aprendido. Solo así podrás volar más ligero y ver las cosas de otra forma.
    • Un mar en calma nunca hizo a un marinero experto – nadie dijo que esto iba a ser fácil. Todo en la vida tiene un coste, no se hace por casualidad ni por azar. Gestionar las situaciones, por difíciles que nos parezcan, nos hará más fuertes y nos llenará de experiencia que nos ayudará en otras situaciones similares en el futuro. Enfrentarse a eso no es algo que le apetezca a nadie, pero es necesario para seguir avanzando, para seguir creciendo y, un día, mirar atrás y darse cuenta de todo lo conseguido, de todo el camino recorrido, de todos esos obstáculos que hemos salvado para ser lo que somos. No conozco a nadie que no haya conseguido nada sin sacrificar otras cosas. Sin embargo, cuando eso le sucede a otros lo llamamos suerte, si a nosotros no nos pasa lo mismo, le echamos la culpa a la mala suerte y puede que no nos demos cuenta de que, quizás, no hemos arriesgado lo suficiente como para tener esa suerte que dices que otros tienen, y tú no.
    • Lo débil y lo tierno vencen a lo duro y lo fuerte. El agua no tiene una forma definida, pero pulveriza las rocas – paciencia, perseverancia, constancia: estas son las palabras que usaría si me pidieran definir esta frase en una sola palabra. Es una frase que cuando la oí me llamó mucho la atención, y es algo que, si la conseguimos aplicar, aún siendo muy difícil en el día de hoy, sería de gran impacto y un buen punto de mejora. Primero, porque no nos generaría ese estrés que tenemos a diario con la inmediatez de conseguir todo ya. Estamos en un bucle, en una espiral, en un continuo centrifugado del que no podemos o no sabemos salir. Segundo, porque muchas de las técnicas que actualmente se usan para sanar la mente o reducir ese estrés recomiendan pausas, momentos de pensar en calma, para detectar aquello que nos hace daño y poder dejarlo a un lado. La sabia naturaleza nos muestra cómo hacerlo, nos intenta recordar que todo es más sencillo, que todo está implantado en ella y que es para nosotros. Pero nos empeñamos en no hacerle caso y, lo que es peor, no la cuidamos lo suficiente para que esa enseñanza dure más tiempo y sirva para futuras generaciones. Y por último, nos da la lección de que todo llega: todo lo que necesitamos, aunque no sea realmente lo que queremos, nos llega y lo hará para llevarnos al sitio que merecemos.
    • Un día sin una sonrisa es un día perdido – esta frase creo que la dijo Charles Chaplin, un personaje que intentaba poner esa sonrisa en los demás, ¡y vaya que si lo conseguía! Todos tenemos derecho a estar tristes, a estar enfadados, pero no podemos hacer de eso un modo de vida. No puede durarnos más tiempo del necesario. Debemos permitírnoslo, pero asignarle una fecha y hora de finalización. De no ser así, vamos por mal camino. Porque estaremos no solo perdiendo el tiempo, sino perdiéndonos un montón de cosas maravillosas que pasan a nuestro lado y que, por estar inmersos en ese enfado o esa tristeza, nos pasan desapercibidas. Sonríe a la vida, solo tenemos una y debemos vivirla lo mejor que podamos. No te dejes arrastrar por esa oscuridad. Sal de ahí y deja que el sol te dé en la cara, llénate de esa energía y haz que tu luz brille deslumbrando a los demás. Merece la pena; a veces no será fácil, pero ten por seguro que siempre valdrá la pena.
    • Si no sueltas el pasado, ¿con qué mano vas a agarrar al futuro? – el pasado nos debe servir para encontrar soluciones en el presente y que podamos aprender de él para intentar tener un futuro mejor. En el pasado están nuestros recuerdos, aquellos que ya no vuelven, solo podremos traerlos a nuestra memoria cuando nosotros deseemos. Los recuerdos agradables siempre nos podrán una sonrisa en la cara o nos harán llorar de emoción. Los malos nos revolverán las tripas, nos harán volver a pasar momentos desagradables, pero tanto unos como otros, nos pueden anclar de tal forma que no nos dejen avanzar, ya sea rememorando momentos felices que no volverán, puede que vengan hasta otros mejores o recordando momentos difíciles de nuestra vida que tampoco tienen por qué volver. Lo que si está claro, que ese pasado y quedarse en él, no nos deja ni vivir el presente ni nos dejará disfrutar de lo que nos venga el día de mañana.
    • La sabiduría está muy relacionada con la humildad – esta frase me afirma sobre mi pensamiento de que el conocimiento no compartido carece de valor y, además, es egoísta. ¿De qué sirve saber algo, o incluso todo, si te lo guardas para ti? No hay nada más gratificante que compartir tus experiencias o tu conocimiento, que poner a disposición de los demás tus dones y aquello en lo que destacas. Porque si no logras hacerlo visible, si no consigues sacar fruto de todo eso, ¿para qué vale? Si lo piensas, todos hemos estudiado y nos hemos preparado de alguna manera para realizar una tarea que finalmente produce un resultado, satisface una necesidad o ayuda a otros a estar mejor. Piensa en un médico, un maestro o un juez: de nada valdrían si, después de terminar sus años de estudio, no ejercieran su oficio. Creo que lo mismo sucede con todo nuestro conocimiento. Revísalo bien, detecta qué puede ser de ayuda para otros y verás cómo terminas ayudándote a ti mismo, permitiéndote crecer y sentirte pleno. Eso es lo que yo llamo generosidad, y se hace desde la humildad.
    • Los valores son como las huellas de los dedos, nadie tiene los mismos, pero los deja en todas las cosas que hacen Elvis Presley – esta frase debe servir para darnos cuenta de que todo lo que hacemos tiene repercusión. Hasta las cosas más pequeñas pueden tener un efecto mayor del que buscamos. A veces, puede ser lo contrario, que aquello que hacemos pensando que es algo grande, sea algo que no llega, no cala. Sin embargo, ni una cosa ni la otra debe modificar nuestra conducta si está hecha desde el amor. Debemos aprender a ser consecuentes con nuestros actos, ellos serán nuestra seña de identidad. No será aquello que decimos o que aconsejamos, sino nuestros actos lo que calará en los demás. Tampoco debe importarnos lo que piensen los demás. Si un acto tuyo no es necesariamente como el resto espera o desea, solo por eso no debes desestimarlo. Si tú piensas que es beneficioso y no hace daño a nadie, sigue adelante. Atrévete a dejar tu huella y, si es distinta a las demás, no tiene por qué ser malo: es la tuya.
    • En la oscuridad de la noche, las estrellas brillan más – dicen que la verdadera esencia de las personas se revela cuando las cosas no van bien, mucho más que cuando nos va bien. Cuando las emociones y sentimientos negativos se apoderan de ti y de tu vida, debes permitirte estar así, claro que sí; pero no te quedes mucho tiempo allí, donde pensamos que nada tiene sentido y nuestra autoestima puede caer por los suelos. Por eso, no debemos permanecer mucho tiempo en ese estado. Y por eso me gusta tanto esta frase: porque pese a la oscuridad donde nos encontremos, tenemos luz, podemos brillar. Al igual que las estrellas, que aunque su luz no se vea de día, no significa que solo estén por la noche; están siempre, de día y de noche, pero no las vemos. En esos momentos complicados es donde se destapan todas las verdades: cómo eres y quién se queda a tu lado. Debes aprovechar para ordenar tus ideas y prioridades, para darte cuenta con quién cuentas y cuántas estrellas quieren brillar contigo, pese a que la noche sea oscura y llena de nubes que no dejan ver tu propia luz, esa luz que sigue ahí, que no se ha ido, no ha desaparecido. Date cuenta de lo grande que eres. No te rindas jamás en luchar por ti.
    • El que sabe atar no usa cuerdas ni nudos, y, sin embargo, nadie puede desatar lo que él ha unido – se perfectamente que está frase es cierta, porque la he notado en muchas relaciones de mi vida y me he dado cuenta de que cuando construyes algo desde lo más bonito de tu interior, con el corazón, lo has llenado de amor, (esto para mí son los nudos imaginarios, sin cuerdas) luego nada ni nadie es capaz de hacerlo desaparecer. Pese a que las situaciones se tornen a imposibles, se alejen en un momento determinado, incluso cuando lo demos por perdido o cuando pensemos que lo mejor es dejar de luchar por eso que te aprieta, que te lastra y no puedes con ello, que es humano tener que deja algo en el camino que antes era importante para ti y ahora no lo es, pues se deja a un lado, no pasa nada, pero aquí es donde yo he percibido que esos nudos no se desataron, no se puede, porque igual en algún momento, se vuelven a unir, se empiezan a acercar aquellas partes que se han distanciado, pero que el nudo imaginario que estamos usando en esta frase, esa amistad, vinculo, amor, llámalo como quieras,  sigue ahí.
    • Si no estás contento con lo que tienes, tampoco lo estarás con lo que tengas – o, dicho de otra forma quien sabe contentarse con lo que posee, siempre será feliz. Ambas son verdades profundas que deberían resonar con más fuerza en nuestra sociedad consumista. Yo, el primero, me dejo arrastrar por la acumulación de un sinfín de objetos que he usado y ya no necesito, pero los guardo; otros que jamás utilicé, y aun así, sigo buscando más. Debo cambiar, y en ello estoy. No es un proceso fácil ni rápido, pero poco a poco me desprendo de cosas: las vendo, las regalo, las que están rotas las tiro. Sin embargo, me doy cuenta de que esta frase no se refiere a lo material, sino a nuestro interior: pensamientos, sensaciones, sesgos, agobios, preocupaciones, sentimientos. Todo aquello que a menudo llena nuestra mente de negatividad y nos arrastra a un cambio constante que, lejos de ser sano o placentero, nos sumerge en una montaña rusa de la que, como mínimo, saldremos mareados. Detengámonos, hagamos una pausa y examinemos qué buscamos en los demás y en nosotros mismos. ¿Qué energía estamos invirtiendo en ello? ¿Realmente vale la pena, o una vez conseguido o modificado, lo dejaremos en un cajón de nuestra mente porque ya no nos sirve, porque no era lo que esperábamos y decidimos no usarlo? Debemos concentrar nuestro esfuerzo en aquello que nos mejore, de una forma sana. Si no hay nada más que buscar, pues a disfrutar de lo mucho y hermoso que tenemos y somos. Tengo que reconocer que me cuesta mucho aplicar esto, y me acuerdo mucho de esta frase cuando surgen las dificultades, cuando las cosas no salen como uno quiere. La uso como escudo para darme cuenta de todo lo que poseo y para entender que aquello que no logré quizás no era tan importante o necesario. Poco a poco, me doy cuenta de que no hace falta esperar esos momentos para hacerlo; doy gracias todos los días por todo lo que tengo y por la sensación de que, posiblemente, no necesito nada más para ser feliz.
    • El que sabe contentarse con lo que tiene, siempre será feliz – esta frase me la dijo un compañero hace muchos años, y lo más sorprendente es que era muy joven como para tener tan claro esa filosofía. Yo tengo que reconocer que me cuesta mucho aplicarlo y me acuerdo mucho de esta frase cuando hay nubarrones, cuando las cosas no salen como uno quiere y la uso como escudo, para darme cuenta de todo lo que tengo y que puede que aquello que no he conseguido no era para tanto, o no era tan necesario. Poco a poco voy dándome cuenta que no hace falta llegar a esos momentos para hacerlo, doy gracias todos los días de todo lo que tengo y de todo lo que me hace sentir esa sensación de que, posiblemente no me hace falta nada más para ser feliz.
    • La vida es un regalo que tienes que abrir – siempre me ha dado mucha rabia al ver cómo guardamos objetos preciosos, la cubertería, un mantel, una ropa interior, una buena botella de vino, etc, para ‘ocasiones especiales‘. Y esta frase me ha hecho reflexionar justo sobre eso, postergamos su disfrute esperando el momento perfecto. ¿Pero cuándo es ese momento adecuado? Dejamos de hacer cosas porque no creemos que sea el instante ideal, cuando, en realidad, ¡ese momento es ahora! No podemos esperar a que se den las circunstancias perfectas, porque entonces jamás haríamos nada. Seguro que has oído frases como ‘lo haré más adelante‘, ‘para cuando tenga dinero‘, ‘para cuando me jubile’, ‘para cuando tenga tiempo o salud‘, Para mí, todo eso suena a excusas. Abre el mejor regalo que tenemos, nuestra vida, y no esperes a mañana para disfrutarla, porque podría ser demasiado tarde.
    • No dejes que el pasado ocupe tu presente – sobre todo porque ya no hay remedio. El pasado ya pasó y no puedes hacer nada para cambiar eso. Lo que si puedes hacer es vivir ese presente como si ese pasado fuera ese maestro que es o si es tan doloroso que te produce tanto dolor, se puede pedir ayuda para superarlo y llegar un momento que pienses que no ha existido. Será difícil pero merece la pena hacer el esfuerzo, ya que igual es algo que te marcó, pero debes darte cuenta del lastre que te supone, lo que te está pesando y no te deja ver la realidad, no te deja disfrutar del camino que ahora estas andando, no dejarlo atrás solo te perjudica, ahora puedes cambiar eso, no de golpe, igual eso no se puede, pero si debes de empezar a dar pasos para salir de ese pasado para vivir más el presente y no pensando mucho en el futuro.
    • Sólo aquellos que sueñan pueden volar – para que conformarse con andar, con correr si en los sueños se puede volar. Si pudiéramos controlar los sueños, ¿Qué haríamos? Soñar a lo grande. ¿Y si en nuestra vida pudiéramos hacer lo mismo?, igual no volar por nosotros mismos, pero podemos hacer mucho más de lo que pensamos. Tenemos muchas capacidades, tenemos una imaginación ilimitada y eso nos hace tener unos pensamientos que nos permiten tener ciertas metas. Sólo depende de nosotros intentar controlar esos pensamientos para que no sean limitantes, debemos de cuidarlos para que sean lo más positivos que podamos para que ellos dirijan nuestras vidas y no lo hagan los pensamientos de otros. Se valiente y dirige tus pasos a donde desees, hazlo con ilusión y pasión, asó pronto los conseguirás.
    • Si no estás aquí, no estás en ninguna parte – estamos muy acostumbrados a pensar en el pasado para recordar lo que fuimos, lo que nos pasó, ya sea para bien o para mal y muchas veces nos cuesta salir de allí, nos anclamos en aquello que pensamos fue mejor. Otras veces vivimos pensando en el futuro, en algo que no existe, que solo es una posibilidad y eso también nos puede hacer sufrir. En ese futuro también colocamos nuestras metas y sueños, los cuales son los que nos impulsan en nuestro día a día para llegar a ellos. Pero en el AHORA está la clave. No solo porque no tenemos otra cosa cierta, solo el momento que vivimos y lo que no podemos hacer es dejarlo pasar sin vivirlo, sin disfrutarlo cuando se pueda. Hasta de los malos momentos que estemos pasando debemos ser conscientes para conocer que lección nos quieren enseñar. Disfrutar del camino nos hace llegar a la meta con más satisfacción.
    • Si te rodeas de personas que son luz, veras todo mucho más claro – eres el promedio de las personas que te rodean y, de una forma u otra, tienes la opción de elegir a quienes te acompañan en el camino de la vida. ¿Por qué rodearse de gente que no te aporta? No vas a poder vivir otra vez; es decir, solo tienes una oportunidad para que tu vida sea lo mejor que puedas. Por ti mismo puedes conseguir muchas cosas, pero conseguirás mucho más si te rodeas de personas que te inspiren, que te aporten todo aquello de lo que por ti solo no eres capaz. Es mucho mejor buscar en un sitio iluminado que no es un lugar completamente a oscuras.
    • No prometas feliz, no respondas enfadado ni decidas con el día gris – este verso lo escuché en una canción de rapero Rayden que se llama ‘A mi yo de ayer’ y en esa canción un yo actual viaja a su yo pasado y le da este consejo entre muchos otros, lo cual me hizo pensar. En muchos de esos momentos en los que lo más fácil era dejarse llevar por las emociones, dar una respuesta rápida y ponerse al nivel de sus enemigos, quienes se dejaban llevar por su ego. Por eso él nos dice: ‘enfría el pensamiento. No actúes con precipitación. Tómate tu tiempo para pensar. Deja pasar unas horas o un día para tomar la decisión. Dale distancia a la situación para verla de otra forma, desde otro punto de vista’. No contestes emails complicados en caliente, no cierres tratos con prisas, no devuelvas una llamada sin tener claras las ideas. Cuanto más importante sea el asunto, más serenidad debemos tener para afrontarlos con solvencia.
    • La calma te permite apreciar cosas que la ansiedad te impide ver – en un mundo donde todo va tan deprisa, donde prima la inmediatez y lo queremos todo para ayer, debemos darnos cuenta que se hemos perdido algo tan valioso como la paciencia. Esa prisa nos nubla la capacidad de poder ver y apreciar otros valores esenciales como el agradecimiento o el perdón. Mantener la calma en situaciones tensas es muy complicado y manejar nuestras emociones es un trabajo al que vale la pena dedicar tiempo para mejorarlo. La ansiedad no es amiga de las buenas decisiones, ya que es normal que nos provoque ira, enfado, egoísmo o envidia. Por lo tanto, el resultado que nos dé la ansiedad nunca será beneficioso. En la calma es donde encontramos la paz, la tranquilidad y la plenitud. Por eso, merece la pena intentar cambiar y ver lo bonito que nos rodea.
    • La inteligencia es un don. La bondad una elecciónAlbert Espinosa – el gran Albert nos ofrece esta frase donde nos deja clara la diferencia entre ser inteligente y ser amable o bondadoso. La inteligencia es nuestra capacidad para razonar o resolver problemas, entre otras cosas, y sin duda la tendremos de forma innata en nuestros genes. Se puede estudiar mucho, se puede ser más listo, sin embargo, la amabilidad, el respeto, la tolerancia, la bondad, la gratitud son valores que podemos elegir tener o desechar. Todo eso viene de lo más profundo de nuestro corazón. Todo el mundo puede ser amable y puede serlo con cualquiera, pero por la razón que sea, decidimos no serlo. Son regalos que podemos hacer a los demás, y muchas veces no los damos porque determinamos que la otra persona no se lo merece. Pues tú decides, puedes elegir y, dependiendo de esa elección, tu vida transcurrirá por un camino o por otro. Yo elegí tenerlos en mi vida. No siempre consigo que estén presentes a cada segundo, pero cuando soy consciente de que los he apartado de mí, vuelvo con mucho amor a recuperarlos. Sigo aprendiendo a gestionarlos, a apreciarlos, teniendo presente en todo momento todo lo bueno que me aportan. Son actitudes que podemos dejar que afloren o podemos dejarlas escondidas y que sea la oscuridad la que se apodere de nosotros. Esa es una elección que podemos modificar, ser de una forma o de otra, y esa decisión será la que nos acompañe en el camino de nuestra vida. Es lo que quedará en el recuerdo de los demás: lo que damos de forma generosa y con el corazón; es lo que nos llena y nos hace crecer como buenas personas.
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