-
- Unas veces se gana, otras se aprende – este es un gran aprendizaje, porque ganar es fácil. No culpamos a nadie cuando eso ocurre, cuando las cosas nos salen bien, y pocas personas se acuerdan del derrotado o de aquel a quien las cosas no le salen como quisiera. Mientras que si perdemos o si las cosas no nos salen, culpamos a otros, a la mala suerte o a cualquier otra circunstancia para quitarnos la responsabilidad de la derrota. Siempre debemos aprender de una derrota, no debemos temer equivocarnos o perder, porque eso nos puede hacer crecer. Para ganar, primero hay que aprender a perder, ser humilde en la victoria nos hará ser grandes en la derrota. La derrota es la mejor maestra y la que mejor nos puede enseñar el camino que nos haga llegar a la victoria. No vale ganar a cualquier precio. Vencer desde la humildad es todo un arte, no es fácil mantener la euforia o no dejarse llevar por la pasión del momento. Si nos mantenemos firmes y positivos, podemos cambiar la visión que tenemos de las derrotas; allí podemos aprender mucho más que desde lo alto del podio. De esta forma, cuando estemos en lo más alto, será mucho más gratificante si recordamos cuando estuvimos aprendiendo en los momentos más complicados. Es donde se le da el sentido a esta frase: vencer es un arte al que se llega desde las derrotas.
- ¿Qué sentido tiene correr, cuando estamos en la carretera equivocada? – cuántas veces hemos desistido de algo cuando nos damos cuenta de que no era lo que queríamos o nos hemos dado cuenta de que no es lo que necesitamos para ser más felices o para llegar a nuestros objetivos. Equivocarse esta bien, son experiencias de las cuales aprendemos. Debemos usarlas para darnos cuenta de cuál es el camino a seguir. Puede que no lo tengas claro, puede que más adelante encuentres el motivo. Marca tu objetivo y pon toda tu energía en él. No merece la pena malgastar fuerzas cuando no vas en la dirección correcta o en aquello que no depende de ti.
- Si caminas solo iras más rápido, si caminas acompañado, llegaras más lejos – Proverbio Chino – esto que está demostrado por multitud de ejemplos, nos cuesta verlo y, mucho más, ponerlo en práctica. Seguramente porque eso nos obliga a confiar en los demás, y a veces debemos confiar más en otras personas que en nosotros mismos. Esto se debe, sobre todo, a que no podemos dominar todas las opciones ni somos expertos en todo. Es cuando te dejas ayudar y aconsejar por los demás cuando notas que despliegas las velas y sientes ese empujón que el viento da a un velero. Eso no quiere decir que no seas válido para hacer una y mil cosas, pero cuando te juntas con gente que te hace ver las cosas de otra forma, cuando te dejas empapar de su saber, tú mismo aprendes. Sé egoísta en esto y no dudes en preguntar. No es más tonto el que pregunta para saber, sino el que no pregunta por no parecer tonto.
- Pon todo tu ser en lo mínimo que hagas: – Fernando Pessoa – cuando encuentras algo que te apasiona es más sencillo hacerlo, no te esfuerzas, sale solo. Por desgracia no todo lo que hacemos nos apasiona. Muchas cosas las hacemos por obligación, pero eso no implica que lo hagamos de cualquier manera. Lo mínimo que debemos hacer es poner todo nuestro empeño en hacerlo de la mejor manera que sepamos, porque cuando luego tengamos que hacer esas cosas que si nos gustan o nos apasionan, no tendremos la misma energía. Ponerle pasión, profesionalidad, empeño, compromiso en todo lo que hagamos es la clave para sentirnos bien con nosotros mismos, para no defraudarnos con nuestro compromiso o el que hemos adquirido con alguien. Disfruta de cada cosa que hagas, céntrate en ese momento, en ese instante, si consideras que es lo único que tienes, y además en ese presente no hay preocupaciones, es el momento de enfocarte con pasión en tu ahora.
- Lo peor que puedes hacer es no intentarlo – se dice que en la vida no hay fracasados, sino gente que desiste. Yo siempre digo que prefiero arrepentirme de aquello que hago y no de lo que no hago. Hace poco oí que hay tres formas de hacer las cosas. Bien: cuando consigues o eliges la opción de hacerlo bien. Mal: cuando no consigues hacerlas bien, ya sea porque no sabes, porque algo ha fallado, pero es posible que de eso, se aprende para luego hacerlo bien y la última, no hacerlo. Eso es en lo que no debemos caer, en no quedarnos esperando a estar preparados, a que llegue el buen tiempo, a que alguien me diga cómo hacerlo, a tener un empleo fijo o a tener dinero, cualquier excusa nos valdría para posponerlo. Siempre intenta cosas, no tengas miedo, las soluciones, ayudas o lo que sea, aparecerán por el camino. Pero empieza, no hay peor fracaso que no intentarlo.
- El éxito está en el esfuerzo, no en lo que los demás piensan de ti – esto empieza desde la infancia, cuando felicitamos o regañamos a un niño por aquello que consigue o no consigue, sea marcar un gol en el partido, sacar buenas notas, hacer un dibujo bonito, etc. Solo tenemos en cuenta el resultado, pero no valoramos el proceso, en lo que se ha esforzado. Y a esto sumamos que tenemos más en cuenta el qué dirán, lo que piensan los demás, que lo que pensamos nosotros mismos. Cuando somos adultos nos pasa igual, valoramos el resultado, no lo que hecho o dejado de hacer para conseguir eso. Eso nos lo transmitimos a nosotros mismos. Cuando de verdad, debemos tratar a los demás y a nosotros mismos con más respeto. Solo te tienes que dar explicaciones a ti mismo con ese mismo respeto, darte valor, o ¿alguien sabe cómo fue tu camino?. Tú sabes lo mucho o poco que te cuesta hacer las cosas. No seas muy duro contigo, perdónate. Eres la única persona con la que vas a convivir el resto de tu vida.
- No se puede vencer a la persona que nunca que rinde – cuando tenemos delante a una persona que ha conseguido cosas que nosotros pensamos imposibles o que no están a nuestro alcance, la admiramos, pensamos que es un ser superior, que jamás podríamos ser como es esa persona. Esa persona es igual que tú, mea, estornuda o se tira pedos igual que tú. Lo que la hace que la veamos así, a parte de conocer sus resultados, que no su camino, es que esa persona se ha esforzado mucho mas que cualquier otro, ha sacrificado otros momentos de su vida para conseguir eso, ha dedicado más hora estudio, de ensayo que otros hasta conseguirlo, en definitiva, que no se ha rendido pese a sus fracasos, que seguro que los tuvo, Todos somos más poderosos de los que pensamos, sólo un pensamiento positivo es necesario para conseguir metas increíbles. Nunca rechaces iniciar algo por miedo al fracaso. Se invencible en tus creencias, no fracasa aquel que no consigue algo, sino aquel que abandona en el camino, el resto son intentos frustrados hasta conseguirlo de los cuales debes de aprender.
- El mayor fracaso es no intentar hacer lo que quieres – Albert Bosch– por desgracia, hay muchos momentos de nuestras vidas que hemos tomado una decisión o hemos ido por un camino porque alguien, ya sea nuestros padres, pareja, profesores o amigos, nos han influido de alguna manera para hacer eso, que quizás no era lo que nosotros en ese momento hubiéramos querido. Al recordarlo nos sentimos mal, no es agradable, pero si lo podemos usar como escarmiento y así evitar que nos vuelva a pasar. Pedir ayuda y consejo es una virtud que no debemos dejar a un lado, pero si lo recibimos debemos sumarlo a lo que ya tenemos y tomar una decisión para hacer aquello que nos gustaría hacer. Si hay algo que te apasiona, no lo dudes ve a por ello, inténtalo con todas tus fuerzas. ¡Qué nada te pare!, es tu objetivo, si es necesario, obsesiónate con él y lánzate a por ello. Todo lo que no hagas hoy, ya no lo podrás hacer y puede que te arrepientas mañana.
- Nada es duro si lo divides en tareas pequeñas – en tiempos de guerra se dice ‘divide y vencerás’. Cuando nos asustan los grandes proyectos y pensamos que no podremos conseguirlo, es porque lo vemos en su totalidad, lo que nos lleva a ponernos piedras en el camino. Pensar cómo harás una cosa o cómo conseguirás el apoyo, el dinero o lo que sea, nos genera ansiedad, frustración y puede que hasta desistamos en el intento. Piensa en una empresa, en su estructura, verás que se divide en departamentos, en los cuales hay un director y luego se crea la estructura para asegurar el correcto funcionamiento de ese departamento. Eso en cada departamento suma hasta crear que la empresa funcione como un único ser. Lo mismo debemos hacer en aquello que nos asuste, dividirlo en pequeñas tareas para luego sumarlas y crear algo grande. No nos pongamos barreras antes de que existan, nada es tan difícil como nuestra cabeza nos dice. Hazle frente a tus miedos y a tus barreras para romperlas. Empieza poco a poco y verás la recompensa.
- El éxito no consiste en cuanto dinero tienes, ni en cuanto poder acumulas, sino en cuantos ojos haces brillar con tu presencia – no creo que nadie haya visto un cortejo fúnebre donde se vea, detrás del féretro, la mansión, el yate, los trajes o los coches que el difunto consiguió en vida. Lo que sí se ve son personas que lo acompañan, aquellas que quieren darle su último adiós y a las que, seguramente, esa persona ha dejado algo en sus corazones, aquellas que han vivido algo importante con quien ya no está. Si esas vivencias no han sido positivas, no habría nadie detrás de ese ataúd, no creo que les mereciera perder su tiempo con alguien que no ha dejado nada en ellos. Por eso mismo, vive la vida, da todo lo que tengas en cada momento, disfruta de todo y sé feliz ayudando a los demás. No hay mejor recompensa, mayor tesoro que lo que dejas en los demás.
- Todo logro, toda riqueza ganada tiene su principio en una idea – Napoleón Hill – esta frase nos da la clave de la vida misma, ya que todo lo que nos rodea empezó en una idea. Primero, esa idea estuvo en el pensamiento de alguien; luego, la insistencia y la convicción de que era posible ejecutarla lo impulsaron a avanzar sin desistir, hasta materializarla en la acción que le dio vida. Nuestros pensamientos deben generar una acción. Si primero conseguimos visualizar lo que deseamos, estaremos más cerca de poder conseguirlo. No descartes ninguna idea por tonta o imposible que parezca, puede que en ese momento no se pueda realizar, porque no estés preparado, pero puede que más adelante si lo estés o las circunstancias sean las adecuadas para poder hacerlo. No dejes escapar tus ideas, tus sueños, te pueden llevar muy lejos.
- Que lo urgente deje tiempo para lo importante – todos tenemos el mismo tiempo, nadie compra tiempo, es imposible. Lo que sí cambia es lo que hacemos con ese tiempo del que disponemos. Cuando decimos que no tenemos tiempo para hacer algo, es que simplemente no lo tenemos entre nuestras prioridades, ya que estamos haciendo otras cosas que sí lo son. Quizás debemos parar un momento y ‘afilar el hacha’ o, lo que es lo mismo, perder algo de tiempo para luego ganarlo y avanzar más rápido. En cómo priorizamos esas tareas está la clave para conseguir más objetivos. Vivimos demasiado rápido y a veces pensamos que todo es urgente, dejando de lado lo verdaderamente importante. Dejemos a un lado tanta prisa y demos prioridad a qué o a quien de verdad lo merece.
- De la confrontación, surgen las mejores ideas – si todos pensáramos lo mismo, si todos actuáramos de la misma manera, jamás este mundo hubiera podido avanzar. No pienses que las grandes ideas nacieron así desde el principio, perfectas, inmaculadas y por eso tuvieron éxito. Durante su camino seguro que tuvieron momentos difíciles, donde alguien dudó de algo, donde hubo puntos opuestos, pero de una forma u otra, porque alguien cede para llegar a un acuerdo, se consigue avanzar y conseguir el objetivo. Los golpes de suerte o que salga todo perfecto a la primera, no siempre funcionan. Por lo tanto, no rechaces una opinión diferente a la tuya. No temas cuestionarte todo lo que te rodea o empezar desde el principio. Todo eso nos permite ver distintos puntos de vista, y precisamente de la unión y adaptación de diversas opiniones nacen grandes ideas.
- No convierta un mal momento en un mal día – esto nos debe hacer ver que por un garbanzo negro, no debemos tirar todo el cocido. Por desgracia, le damos más importancia a las cosas, sensaciones o pensamientos negativos que nos ocurren, y no la misma a las cosas buenas. El ejemplo lo tienes si piensas cuánto nos dura una alegría y cuánto nos dura una tristeza. Entonces, debemos pensar que lo malo pasará; no hay mal que cien años dure. Todos tenemos malos momentos, malas rachas, pero todo pasa, y pasará más rápido si le ponemos actitud positiva. Que esto no te prive de detectar y disfrutar de la gran cantidad de cosas buenas que nos pasan cada día, que sin duda son muchas.
- La zona de confort es un hermoso lugar, pero nada crece allí – pero puedes pensar qué bien se está así, calentito, sin preocuparte de vivir nuevas situaciones, nuevas emociones, aprender más, vivir más. Pero como bien dice esta frase, nada crece allí. Y yo quiero añadir que lo que ya está allí acaba desapareciendo, pudriéndose por falta de renovación, porque no le da el aire ni conoce otros horizontes al estar encerrado en ese lugar. No se trata de romper ese círculo, se trata de ampliarlo. Cuando sales por primera vez da vértigo y miedo, pero cuando ves que no pasa nada, sino que te sientes mucho mejor al ampliar esa zona, la satisfacción es muy grande, te sientes poderoso y pruebas otra vez, vuelves a sentir lo mismo y ya no puedes parar, empiezas a vivir de otra forma, miras las cosas con ojos diferentes y todo te sabe mucho mejor. Es entonces cuando te das cuenta, de por qué no lo has hecho antes.
- Cualquier acción es mejor que no hacer nada – tanto para lo bueno como para lo malo, debemos ser consecuentes con nuestros actos. No hacer nada es la inacción y también tiene consecuencias, las cuales debemos asumir como una acción más. Por pequeño que pienses es esa acción, ese movimiento o ese pensamiento, puede ser el inicio de algo importante. Las cosas buenas suelen ocurrir por algo que se hace, las peores suelen pasar porque algo no se ha hecho. Y luego, con el tiempo, nos damos cuenta de eso y nos sentimos mal. Por eso las mayores de las decepciones están en aquello que no intentamos y luego nos arrepentimos de no haberlo hecho, igual no es tarde para retomarlo de nuevo.
- Quizá aun no llego a mi meta, pero, hoy estoy más cerca de lo que estaba ayer – dicen los expertos que en la vida hay que ponerse metas. Esas metas no deberían ser acciones u objetivos inalcanzables; además, deberían ser medibles para corregirlas y alcanzarlas. Pero es posible que no sepamos ni cómo conseguirlas, ni cómo ponernos esas metas, o si las que nos hemos puesto son las que realmente necesitamos. Creo que aquí nos deberíamos dejar llevar por nuestra intuición y sobre todo por lo que sentimos cuando pensamos en unas u otras. Una vez que tengamos más o menos claras esas metas, debemos pasar a la acción y todos los días dedicar algo de tiempo a conseguirlas. Esa acción, pese a que pensemos que no sabemos hacerla, pese a tener miedo a lo desconocido, pese a que cambiemos cosas por el camino, es necesario hacerlo, empezar, porque en el camino también encontraremos valor, coraje, inspiración y será cuando las cosas no vayan bien del todo, le tendremos que poner mucha dedicación, de eso dependerá que tengamos un resultado u otro. Ten valor, sé valiente y hazlo por ti, nadie más hará por ti eso: dar ese primer paso para cambiar tu futuro.
- El que vive entre codornices, es muy difícil que aprenda a volar como las águilas – si quieres ser grande, debes estar con gente y adoptar hábitos que te ayuden a serlo. Dicen que somos una media de las diez personas que tenemos más cerca, aquellas que, incluso sin nosotros quererlo, nos influyen, nos hacen ser como somos. Sabiendo esto, ahora te toca a ti elegir qué quieres ser, adónde quieres llegar. Deja a un lado aquello que te resta, piensa en solo sumar y conseguir los objetivos que te has marcado. O incluso, si buscas tranquilidad, paz y calma, rodéate de quien te aporte todo eso. Hay estudios que demuestran que somos la media de las cinco personas que nos rodean. Este dato nos dice que nuestras emociones, nuestros actos no solo dependen de nosotros mismos, sino que esas decisiones las tomamos muchas veces dependiendo de nuestro entorno. Al fin y al cabo estamos en una sociedad que nos arrastra con el grupo, el ‘raro’ es el que toma decisiones diferentes, el que piensa diferente a los demás y eso no tiene por qué ser malo. El estar rodeado de gente que aporta, gente positiva, gente que te hace ser mejor es algo que, esta frase define perfectamente. A mí también me hace recordar cuando nuestros padres hacían hincapié en nuestro entorno, siempre nos han dicho que cuidemos de quien nos rodeamos y ahora te das cuenta de todo eso. Mira a tu alrededor y ten la valentía de decir adiós a todo aquello que no te aporta, sé águila no codorniz.
- El fracaso es parte del éxito, el caerse es parte de subir y las derrotas son parte de las victorias – pocas cosas se consiguen sin esfuerzo, tampoco se logran en el primer intento. Poder seguir adelante después de un fracaso, después de varios intentos, no es fácil. Lo normal es decaer y dejarlo a un lado. Debemos familiarizarnos con los fracasos, tomarlos como los maestros que nos pone la vida para aprender de ellos. Solo los que consiguen examinar la derrota y detectar sus errores son los que finalmente consiguen el premio. Subir es gratificante, pero hay escalones que se hacen duros, y otros son más ligeros; aun así, se sigue subiendo. Sigue intentándolo, pese al fracaso, nunca sabes si la siguiente vez que lo intentes será la ocasión en la que lo vas a conseguir.
- El trabajo más duro es no rendirse – pregúntate porqué la gente triunfa, recuerda algo que has conseguido con esfuerzo, ¿lo han dejado o lo dejaste en el primer obstáculo que encontraste? Para conseguir algo, hay que esforzarse, hay que ser perseverante, no decaer, no rendirse, que sería la opción más sencilla, pero no la más satisfactoria. Nos va a costar, tendremos la tentación de tirar la toalla, si lo hacemos no habrá valido de nada todo el trabajo anterior. Rendirse no debe ser una opción, si caes o te equivocas es normal, levantarse y volver a intentarlo, debería ser obligatorio. Solo depende de ti.
- Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva un paso por delante. – Sigmund Freud – puedes pensar que la actitud al enfrentarse a las situaciones que nos pone la vida no puede cambiar el destino. Yo te digo que sí. Y te lo digo por experiencia. Lo he vivido en mis propias carnes. Piénsalo solo un momento. De qué te vale pensar que no lo haces porque no lo vas a conseguir. Ese pensamiento solo tiene una realidad y se llama fracaso. Cuando algo te apasiona, te sale solo, no hace falta esforzarse para conseguirlo. Eso es actitud, y como te apasiona, no piensas que no lo harás o que no te saldrá bien. Y si no te sale bien, seguro que es más fácil volver a intentarlo. Pues piensa en aquello que no te gusta, pero que, sin embargo, sí es necesario y no tienes ganas de hacerlo: te pones mil excusas para no hacerlo. Te estás rindiendo antes de realizarlo. Además, esa actitud se instala en ti y, como es lo más cómodo, aparecerá una y otra vez. No te dejes vencer.
- El conocimiento es limitado, la imaginación es ilimitada – Albert Einstein – esta frase que se le atribuye a este genio, nos da una lección sobre dónde debemos fijar nuestros objetivos. Siempre debemos aprender, en todo momento, cuanto más preparados estemos, mejor nos irá. Pero tenemos en nuestro interior un arma muy potente de la que puede que no seamos conscientes, nuestra imaginación nos puede llevar donde queramos. Nuestro cerebro es capaz de inventar el mejor de los escenarios y también puede llenarnos de miedos con pensamientos que solo son fruto de nuestra imaginación, ya que no son reales. Es ahí donde deberíamos esforzarnos, en usar esa imaginación para conseguir nuestra mejor versión y como dice esta frase, no hay límite. Piensa a lo grande, no te pongas límites, pero sin obsesionarse, manteniendo los pies en el suelo, y trabaja cada día para conseguirlos, no será fácil, pero valdrá la pena.
- Nuestro presente es el resultado de las decisiones que tomamos en el pasado – y por eso, debemos ser consecuentes con nuestras acciones actuales para forjar el mejor futuro posible. No te culpes por tus decisiones pasadas, recuerda que las tomaste tú mismo y, probablemente, fueron las mejores posibles dadas las circunstancias y la información que tenías en ese momento. Continúa actuando de la misma manera, tomando tus propias decisiones. Deja que esos aciertos y errores del pasado te sirvan para aprender y para seguir fijándote objetivos que, sin duda, podrás alcanzar. Ahora cuentas con más experiencia, con más lecciones aprendidas de tus errores acumulados. Si sumas todo eso y lo aceptas, ya estás más cerca de conseguir lo que deseas. Cuando llegue el futuro, habrás aprendido a perdonarte y a no culparte por lo que hagas hoy, aunque te pueda perjudicar más adelante. No puedes saberlo con certeza, por eso mismo, confía en que lo que decides hacer ahora te conducirá a tu destino de mañana. Ni mejor ni peor, eso lo determinas tú solo con la actitud que asumas al llegar.
- Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos – esta frase se la escuché a Steve Jobs (creador de Apple entre otras cosas), pero no sé si realmente es suya. El caso es que cuando la escuché, pensé en todos los trabajos en los que he estado y estoy, pensé en esa persona o personas para las cuales estoy trabajando para que sus sueños se cumplan. Pensé en lo que esperan que hagamos los que trabajamos para ellos y en cuál es su sueño, si es simplemente ganar dinero o hay algún otro fin más potente por el cual crean la empresa, arriesgan su dinero, sea mucho o poco, si les sobra o si es el único que tienen. Y eso me hace pensar en mis sueños, en si trabajo para que se cumplan, si lo que hago ahora es necesario o es lo que necesito para llegar a ellos. Seguro que no es lo más adecuado, no es lo que más rápido me lleva a ellos, pero sí es el trayecto correcto que sé que tengo que andar hasta llegar a ellos. Igual es un camino que debo dejar, tomar un atajo para llegar antes, pero me falta valentía, confianza y fe para lanzarme a por todas. De momento esta frase me da la visión necesaria para saber que debo trabajar un poco cada día para estar más cerca de lo que deseo.
- Ayudar o compartir es gratis y es muy beneficioso – siempre he oído que el conocimiento es poder, ese pensamiento es erróneo si ese conocimiento no es compartido, se queda en nada. ¿De qué vale ser el único en saber algo, si no lo compartes, si sólo tú eres el único capaz de hacer algo y te lo guardas, si lo estupendo que eres o sabes hacer no ayuda a otros o si no queda reflejado en ninguna parte? Yo creo que no vale de nada. No hay mejor forma de crecer y de sentirse bien que ayudando a otras personas, y sin esperar que los demás le den la verdadera importancia a tu habilidad o a tu conocimiento. Déjalo fluir, deja que esa sensación de ayudar y compartir te llene, no importa lo que te digan los que no lo hacen de la misma forma. Quédate con lo que piensa y en cómo se siente quien recibe tu ayuda, tu conocimiento, esa es lo que de verdad necesitas para encontrar tu bienestar o tu satisfacción. Prueba a compartir, a regalar, a enseñar a otras personas y veras como te sentirás mejor y cómo todo será más fácil de hacer, llegará un momento en que lo hagas de forma natural y es entonces donde creo que estarás más cerca de tu plenitud.
- Siempre, para que uno gane, otro tiene que perder – esta frase no consuela cuando uno es el perdedor, pero debe servirnos cuando somos los que hemos conseguido algo compitiendo contra otros. Yo creo que para saber ganar antes has debido perder muchas veces, es entonces cuando aprendes a valorar lo que consigues. Y también para que, cuando ese triunfo nos dé la espalda, no culpemos a nada ni a nadie, no pensemos que el otro lo gana sin merecimiento o porque tú se lo has ‘dejado’. Porque cuando ganabas y disfrutabas del éxito, no te acordabas del que se iba desconsolado por su derrota. Es importante tener principios, respetar a todos los que te han hecho ser mejor, y así poder disfrutar plenamente de ello. Acuérdate de felicitar al ganador cuando no seas tú y de consolar de forma sincera al que no consiguió el objetivo.
- El fracaso alienta a los ganadores, el fracaso vence a los fracasados – es muy recurrente que cuando uno gana, se alegre y piense que el triunfo es solo cosa suya, gracias a su esfuerzo y que no es casualidad; incluso que es muy merecido. Y cuando no se consigue algo, solemos poner excusas, hablar de mala suerte o de la suerte de otros. El fracaso nos tiene que ayudar a mejorar, a que forme parte del aliciente para esforzarnos más y conseguir el objetivo. No dejes que el fracaso te hunda o te lleve irremediablemente al abandono de objetivos. Es el camino fácil, pensar que es imposible, cuando lo único que tienes que hacer es esforzarte más si de verdad quieres conseguir tu meta.
- Que pueda con todo no quiere decir que no sufra. Que sufra no quiere decir que no pueda con todo. – Chojin – en los casos de padecer una enfermedad degenerativa, o en otros casos donde sabemos que hay gente que ha pasado por situaciones muy complicadas pero que van con una sonrisa por bandera, con una actitud aparentemente positiva, tragándose sus problemas, sus dolores, sus síntomas invisibles, nos puede hacer pensar que esa persona no está tan mal como dice, o como se podría intuir al padecer cierta enfermedad o haber sufrido un revés importante en su vida. La empatía precisamente no es la mejor habilidad del ser humano. No la ponemos en práctica, seguramente porque no nos interesa o no nos importa mucho el sufrimiento de los demás, nos consuela pensar que, como no es nuestro, no será para tanto. Verlos así, con esa actitud positiva, con una sonrisa, puede parecer fácil, pero no lo es. Hay mucho trabajo detrás, muchas lágrimas derramadas y muchos momentos en los que creías que no podías más. Pero has apretado los dientes, has tenido la capacidad para seguir adelante, pese a todo.
- La imaginación es más importante que el conocimiento – uno de las herramientas más poderosas del ser humano está en su cabeza, la cual es capaz de generar la mejor película de acción o de terror, y lo hace hasta el punto de que nos lo creemos. Tiene la capacidad de hacernos sentir emociones en situaciones que jamás hemos vivido. Incluso nos crea miedos, barreras que nos limitan al pensar en lo que puede pasar. Y, en la mayoría de las ocasiones, lo hace en un plano negativo. La imaginación es capaz de lo peor, pero también de lo mejor. Sin esa imaginación, sin ese pensamiento inicial no existirían la mayoría de las cosas, solo hace falta que ese pensamiento, esa idea, se pueda transformar en algo positivo. No dejes que esa imaginación te juegue malas pasadas creándote escenarios irreales ni que te limiten.
- Las dificultades imponen, pero no impiden – Langui – esta frase, que aparece en la canción ‘Espasticidad’ del gran rapero Langui, nos muestra que salir de la zona de confort da miedo, no es fácil. Sin embargo, al hacerlo, descubrimos otras perspectivas y conseguimos aquello que no habríamos logrado si no hubiéramos dado ese paso hacia adelante. Todas las dificultades que enfrentamos nos colocan en un escenario no deseado y para el que no estábamos preparados. No obstante, nos obligan a plantearnos nuevas opciones, a hacer cosas que no creíamos posibles y que, sin embargo, somos capaces de realizar. Hasta ese momento, las considerábamos imposibles. Es ahí cuando debemos darnos cuenta de que esas dificultades nos han hecho crecer, no nos han impedido seguir haciendo cosas. Por lo tanto, debemos tomarlas como oportunidades de crecimiento y de aprendizaje de algo que no sabíamos.
- Nada tarda tanto como lo que no se empieza – si no pasas a la acción, nunca vas a solventar las dudas que tengas al iniciar un proyecto, nunca sabrás si puede funcionar o no. No te quedes en el intento, no te dejes vencer por la esqueperoisis (los esques, los peros y los y sis que nos ponemos de escusas para no hacer algo). No debes de esperar a que se alineen los astros y que sea el momento adecuado para iniciar algo, porque ese momento no existe, nunca encontraras ese momento. Solo debes de dar un primer paso, el resto del camino irá llegando, pero inicia el camino para ver hasta donde puedes llegar. ¿Qué puedes perder? Yo te digo que nada. Solo puedes crecer, igual puedes encontrar soluciones a problemas que vas encontrando y eso solo te hará sumar, te hará tener más experiencia en ese proyecto y los siguientes. Son errores o situaciones que hoy te pueden ralentizar, pero que luego te permitirán ir mucho rápido.
- La suerte es para el primero que la encuentra – quedándose en el sillón sin hacer nada no se puede tener suerte, si no compras un cupón o juegas a la lotería, jamás te tocará el premio gordo. Pues la suerte debe trabajarse, se debe estar preparado para cuando te llegue el momento, ya que, sin duda, será para el primero que la vea y que sepa aprovechar su oportunidad. No solo se trata de ser bueno, muchas veces debes ser el mejor. Siempre hemos escuchado aquello de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado, es correcto, pero si estás en el sitio adecuado en el momento adecuado y no actúas de tal forma que la fortuna no se te pueda escapar, de nada habrá servido todo lo anterior. Prepárate, cultívate, invierte en ti mismo para luego atraer la mejor de las suertes.
- La buena suerte se produce cuando la preparación se encuentra con la oportunidad – la suerte solo es aprovechar el momento cuando estás preparado, pero hay mucho más antes de ese momento. Hay mucho más antes de ese momento: un gran trabajo en silencio, sin que nadie se percate de tu constancia, trabajo, sacrificio, dedicación, esfuerzo, persistencia, inversión e ilusión. Has dedicado mucho tiempo a prepararte para que, cuando llegue el momento, no dejes pasar la oportunidad de demostrar todo lo que vales, todo lo que has preparado, todo lo que has dejado atrás, todo lo que has sacrificado o dejado de hacer para conseguirlo. Te puede llegar el momento, pero si no estás preparado, ni la suerte te puede acercar al objetivo.
- Nada es más mediocre que utilizar la «suerte» para explicar los éxitos de los demás y la mala como excusa de tus errores – esto yo lo llamo ‘esqueperoisis’. Son todos esos esques, peros o y sis que nos decimos a nosotros mismos como excusa de aquellas cosas que no queremos, que no podemos conseguir, que no sabemos o con lo que nos da pereza hacer. Nos encanta poder justificar el éxito de los demás como un golpe de buena suerte, como si esa persona no se hubiera trabajado ese camino para llegar a ese éxito. No sabemos, o no queremos saber, las cosas que ha sacrificado y si nos las cuentan, no salimos de nuestro pensamiento, sino que ha tenido un golpe de suerte, ¿seguro? ¿serías tú capaz de hacer lo mismo? ¿de arriesgar dinero, dejar de hacer cosas para que, puede que sí o puede que no, consigas lo que esa persona ha conseguido? creo que no. Pero si nos pasan cosas que no deseamos, cuando no llegamos a obtener un resultado positivo, o incluso si perdemos algo, qué fácil es culpar a la mala suerte sin pensar que, igual no hemos hecho todo lo que deberíamos para que esa situación llegara al final deseado, no nos hemos querido sacrificar en otras cosas, dejarlas por el camino sabiendo que eran un lastre y que nos impedían conseguir la meta. Deja de quejarte por todo, déjate de excusas y pasa a la acción, haz cosas diferentes si quieres que pasen cosas diferentes. Aprende de los que ya han pasado por el mismo camino o por uno bien parecido, observa cómo lo hacen y si no lo puedes hacer igual, al menos hazlo lo más parecido posible para conseguir un resultado diferente al que, de momento has conseguido y deseas conseguir. No desistas, prueba y error, adáptalo a lo que tú puedes hacer o necesitas.
- No llores por lo que perdiste, sonríe por todo lo que aprendiste – es otra forma de ver o encontrar la parte positiva ante una derrota, ante una adversidad. Lo más fácil sería dejarnos llevar por esa tristeza o pesar, es humano y necesario. Pero igual de necesario es seguir adelante, pues es ley de vida Darse un tiempo para llorar y reflexionar es una práctica más que necesaria, dada la enseñanza que obtenemos de ello. Lo más importante es cómo actuamos ante lo que nos sucede, más que lo que realmente sucede. En el momento que aceptas esa nueva situación es cuando podrás avanzar. Cuanto más corto sea ese período, más pronto podremos afrontar nuevas experiencias y lo harás mucho más fuerte. De lo vivido aprenderemos, ya sean errores o situaciones que no hemos podido controlar, pero en todas ellas debemos encontrar una nueva enseñanza que nos da la vida.
- Hacer lo difícil en lugar de lo fácil, te diferencia del resto – o lo que es lo mismo, no ser perezoso. Es ahí donde radica la gran diferencia entre quien intenta las cosas y quien se da por vencido antes de empezar. No dejes que lo que parece imposible se convierta en una barrera real. Empieza a gestionarlo sin pensar si se puede o no, en el camino encontrarás respuestas y herramientas que podrás usar para hacerlo posible. Aunque te digan que es una tarea difícil, quizás a ti no te parece tan complicado. ¡Que solo tú digas donde están tus límites! ¡que nada ni nadie te diga si puedes o no! Si crees que la recompensa que puedes obtener merece la pena, esfuérzate en conseguirlo y no pares hasta lograrlo.
- Los ganadores buscan soluciones; los perdedores buscan excusas – eso solo depende de nosotros y esa lucha está solo en nuestro interior. Hay gente que ve sus problemas como resultados de acciones de terceros, buscan esas y otras excusas para no sentirse responsable de lo que te pasa. Si logramos cambiar ese victimismo por responsabilidad de tus actos, estaremos mucho más cerca de tener una vida plena y más fácil, para ti y para los que te rodean. No creo que nadie que haya conseguido un montón de cosas no haya tenido momentos difíciles y su éxito ha estado en superarlos, en admitir su responsabilidad sin culpar al resto y eso es fácil decirlo, pero muy difícil hacerlo. Qué poco nos gusta que algo nos salga mal y que nos demos cuenta de que solo es nuestra responsabilidad.
- Haz lo que puedas, con lo que tienes, donde estás, pero hazlo – eso es dar el 100% en todo momento y por lo tanto nadie te puede echar en cara que no lo has intentado. Otra cosa es que no lo hayas conseguido, puede que seas tú el más crítico, pero no debes castigarte, porque nadie mejor que tú sabe lo que te has esforzado por conseguirlo. Igual no era el momento o no estabas suficientemente preparado para obtenerlo. Respétate ante tus decisiones pasadas, seguramente las tomaste con lo mejor que sabías, con todo lo que tenías y aún así no lo lograste.
- No es la especie más fuerte ni más inteligente la que sobrevive, sino la que mejor se adapta a su entorno – Charles Darwing – durante toda la vida estamos cambiando, estamos adaptándonos a nuestro entorno, pero no siempre lo hacemos de forma consciente o simplemente lo hacemos porque es lo que hacen los demás sin pensar ni siquiera que eso es lo mejor o si es lo que necesitamos para estar mejor en nuestro entorno. Creo que ese cambio debemos llevarlo desde nuestro interior e ir cambiando en nuestro beneficio, anticipándonos a ese entorno para ser incluso mejores de lo esperado. Si nos adaptamos con rapidez, llevaremos ventaja sobre el resto y estaremos acostumbrados mucho antes. Lo que yo veo en esta frase es que hay que invertir en nosotros mismos, en formarnos y prepararnos para que cualquier cambio que haya en un futuro, no nos pille con el paso contrario para no sufrir más de lo necesario en situaciones complicadas. Para eso debemos dejar a un lado la pereza y ser valientes para ver una mejor versión de nosotros mismos.
- El secreto de avanzar es comenzar – porque no nada que tarda más que aquello que no se empieza. El movimiento se demuestra andando, que no te preocupe si no ves todo el camino, muchas de las respuestas y las soluciones las encontraras mientras avanzas, lo que jamás encontrarás son esas respuestas si no haces nada para encontrarlas. Nada es imposible si te preparas y sobre todo si lo deseas de verdad. Que hoy no lo consigas no quiere decir que en otro momento no lo puedas conseguir. Nos ha pasado con muchas cosas, que pensábamos que no las podríamos conseguir y ahora las hacemos de forma natural. Ten en cuenta que nada que ahora es fácil, no fuera antes difícil.
- No intentes ser tú el mejor de tú equipo, intenta que tu equipo sea el mejor – es por eso que muchas personas no saben o no están preparadas para trabajar en equipo. Son personas muy individualistas y normalmente muy perfeccionistas. Pero eso es lo que nos puede llevar más lejos, trabajando con ayuda de otros. No lo sabemos todo y tampoco nos podemos capacitar en todo. En un equipo como en la vida, cada uno tiene unos dones y una misión, que debería ser acorde con esos dones con lo que mejor sabe hacer. Si además de saber hacerlo, te preparas y te empeñas en hacerlo de una forma excepcional, ganarás tú y ganará todo tu entorno. Si en vez de eso, solo miramos en ser el mejor, en destacar por encima de los demás y al precio que sea, cometemos un error que finalmente nos hará quedarnos solos. No es normal que, siendo así, no se pueda compartir nada con personas iguales; por lo tanto, no avanzarían. Cuando mejoramos, aparte de nuestro esfuerzo, aunque no nos demos cuenta, hemos tenido la ayuda y el apoyo de otras muchas personas. Debemos darnos cuenta y ser agradecidos con ellos y por qué no, hacer lo mismo y ayudar a otros con nuestro conocimiento para que también puedan crecer.
- Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva un paso por delante – Sigmund Freud – puedes pensar que la actitud al enfrentarse a las situaciones que nos pone la vida no puede cambiar el destino. Yo te digo que sí. Y te lo digo por experiencia. Lo he vivido en mis propias carnes. Piénsalo solo un momento. De qué te vale pensar que no lo haces porque no lo vas a conseguir. Ese pensamiento solo tiene una realidad y se llama fracaso. Cuando algo te apasiona, te sale solo, no hace falta esforzarse para conseguirlo. Eso es actitud, y como te apasiona, no piensas que no lo harás o que no te saldrá bien. Y si no te sale bien, seguro que es más fácil volver a intentarlo. Pues piensa en aquello que no te gusta, pero que, sin embargo, sí es necesario y no tienes ganas de hacerlo: te pones mil excusas para no hacerlo. Te estás rindiendo antes de realizarlo. Además, esa actitud se instala en ti y, como es lo más cómodo, aparecerá una y otra vez. No te dejes vencer.
